Necesitamos a Microsoft Xbox de cuerpo presente

En la reciente feria Madrid Games Week se notaba en el ambiente una preocupante ausencia del color verde. Había tanto azul como de costumbre (o más), así como un rojo más alegre que nunca, pero a la principal feria de videojuegos en España le faltaba un color complementario que no solo diera esperanza a sus fans, sino que también se mostrara como opción llamativa para cualquier jugador en el presente y en el futuro.

Pese a sacar un músculo imponente en un E3 2019 que pudo aprovechar en casa y casi en exclusiva para dirigirse a su público objetivo, la marca de gaming de Microsoft ha pasado demasiado desapercibida para el jugador medio español desde la feria angelina y hasta el lanzamiento de un Gears 5 que también merecía más bombo. El evento americano ya se recuerda como un eco lejano y el juegazo de The Coialition, pese a ser uno de los mejores títulos de acción del año, ya está sufriendo para sacar la cabeza ante la inminencia de Call of Duty: Modern Warfare o la insistencia de Fortnite.

Una megacorporación como Microsoft no se puede conceder la excusa del mercado reacio. La central internacional supo ver la oportunidad del mercado español con Xbox 360 y, sobre todo, el equipo nacional supo aprovechar sus cualidades con un trabajo que caló hondo en el sector. Que Xbox One no haya funcionado en este territorio (como en muchos otros) no debe bastar para que se le ponga una cruz, ni para dejarlo en piloto automático hasta que toque otro empujón.

Ese mercado español, en constante crecimiento en tamaño, facturación y alcance, sigue siendo el cuarto de Europa y uno de los más interesantes del mundo para cualquier compañía de esta industria. Alguien en Redmond no quiere ver esa oportunidad, o no sabe, y directamente menosprecia o infravalora lo que puede obtener en España y otros países europeos, lo que no tiene ningún sentido mirando los números o las ambiciones de Microsoft a medio plazo.

El año que viene, 2020, Sony lanzará su consola PlayStation 5. Lo hará tras un año 2019 de 'despedida' de PS4 en el típico bajón de ventas de hardware una vez consolidado su pseudo monopolio en el mercado de sobremesa tradicional, con más de 3 millones de consolas (ya ronda los tres 'kilos' y medio). Nintendo Switch sigue arrasando y siendo la consola más vendida del momento a ritmo de récord (está haciendo su primer millón en estos momentos), pero evidentemente en otro ciclo de vida que arrancó en 2017 y con otro formato híbrido. Microsoft no alcanzará esas cifras, pero lo cierto es que tiene uno de los productos más tentadores para la campaña navideña y un más que prometedor plan para la nueva generación.

Ese producto (el bundle Xbox One + Game Pass) y ese plan (Xbox Scarlett, xCloud y los incontables proyectos que se ha agenciado en exclusiva) necesitan presencia desde anteayer.

En el primero de los casos no es cuestión de intentar remontar una goleada en el descuento. Es cuestión de hacer negocio (vaya), pero sobre todo de ofrecer gran calidad a los usuarios y extender la admiración por la marca. No se me ocurre mejor recomendación para algún jugador desconectado o desactualizado (Microsoft, piensa que en España muchos se quedaron en PS3 o Xbox 360) que adquirir una Xbox One S con una suscripción a Xbox Game Pass. Son cientos de juegos a la carta e incluye todas las exclusivas de Microsoft, que en varias ocasiones durante esta generación han superado a la competencia. Y también una buena ración de clásicos que aprovechan la retrocompatibilidad, otro aspecto muy cuidado con Xbox One. Cualquiera que disfrute de todo ese 'value' -como lo llaman los americanos- se lo pensaría muy mucho si otro servicio no ofrece algo parecido en el futuro. La combinación es toda una lección para usuarios y para compañías que genera, a la vez, satisfacción y competencia de la más sana. Pero necesita recursos e intención para llegar a sus potenciales compradores.

En el segundo de los casos, Microsoft debe solidificar la sensación de "ahí viene", aunque todavía no tenga un nombre definitivo para la nueva consola Xbox. La de otro modo bienvenida amplitud de miras para lanzar sus exclusivas en Windows PC hace que la necesidad tradicional de poseer la máquina de juegos pierda fuerza, y lo mismo ocurre con la apuesta cada vez mayor por el concepto de servicio multiplataforma. Sin embargo, fue en aquella feria E3 cuando insistieron en la importancia de la consola central para jugadores entusiastas, y la noción de que está en camino debe propagarse cuanto antes por Europa, sobre todo en mercados que no se parecen para nada al americano ni al británico.

El futuro de Xbox no se puede imaginar como algo etéreo, sino que se debe tocar casi como algo tangible. El mensaje debe llegar al que tiene una PS4 y espera PS5, al que juega en Nintendo Switch con o sin segunda plataforma, al jugador de PC que tan bien conocen y miman e incluso al usuario actual de Xbox One y/o Game Pass que sabe que seguirá descargando juegos en Scarlett y disfrutando los que ya tiene.

¿Hemos mencionado ya que Microsoft también cuenta con el mando de juego más avanzado que existe, que además controlará su nueva consola? Si tienen productos competentes y jugosos, si tienen una apasionada comunidad en España que siempre está encantada de enseñar y compartir, y si cuentan con una de las promesas más ambiciosas para los próximos años, no deben dejar de recordarlo antes de navidades y a un año vista de su nueva generación.

Como hicimos hace justo un año, este fin de semana hemos publicado nuestras respectivas entrevistas con representantes de Sony y Nintendo para saber cómo encaran esta competida campaña navideña con sus respectivas propuestas en España. Por desgracia, Microsoft no estaba en MGW ni estaba en disposición en las últimas fechas de tratar estos asuntos a nivel local.

Por todo esto, porque es bueno para la compañía y muy bueno para el mercado español y al final para los jugadores, necesitamos a Xbox de cuerpo presente, con respaldo internacional y con una idea sólida y tangible para el año que viene. Por suerte, el primer paso lo van a dar muy pronto, con la recién anunciada celebración del Xbox Fan Fest en el mes de noviembre en Madrid. Que sea el primero de muchos en la dirección correcta.