Nioh 2 - impresiones TGS

Comparar juegos difícil con Dark Souls se ha vuelto un ejercicio rutinario. La sombra de esta genialidad de FromSoftware es larga y no ha desaparecido con el abandono de la franquicia, aunque ya cansa. Pero en el caso de Nioh es una referencia justa y necesaria por el Team Ninja se inspiró claramente en sus vecinos para desarrollar esta idea que, prometen, estaba en desarrollo desde antes de que existiera Demon's Souls. Esa complejidad, esos movimientos y ataques y hasta esa forma de conseguir armas y mejoras son muy parecidas entre ambos.

En lo que no se parecen tanto es en la temática. Europa medieval oscuro frente al Japón feudal espiritual y fantasmal. Precisamente por ahí es por donde el estudio del Team Ninja sigue marcando diferencias en este Nioh 2 que hemos podido jugar en una demostración a puerta cerrada durante el TGS. Nuestra misión, comprobar si los caminos seguidos por ambos se van separando.

A veces, en lugar de continuar con la historia, los estudios optan por escribir una precuela. Lo que consiguen es que quienes nunca hayan jugado al original puedan entrar al mundo de juego sin sentirse perdidos o agobiados por desconocer, mientras que los veteranos se entretienen buscando conexiones. Es precisamente lo que ocurre con este segunda parte. La trama se basa en dos figuras histórica de la era Sengoku y su relevancia para que la sociedad fuera como nos la encontramos en Nioh.

El primer gran cambio al que hacer frente es el personaje protagonista. William Adams no tiene nada que ver, y en lugar de construir otra personalidad, ponen a nuestra disposición un editor con el que producir nuestro héroe o heroína al gusto. Hay muchísimas posibilidades, desde escoger los rasgos raciales (y así no tener que ser un gaijin otra vez) a detalles tan minuciosos como la mandíbula.

Nioh 2 también redoble la apuesta del multijugador al añadir cooperativo para tres personas, y no para dos. Digamos que es casi necesario teniendo en cuenta que no se han cortado ni un pelo al aplicar dificultad al gameplay, pues es uno de los títulos más complejos que han pasado por estas manos. Es como si Devil May Cry 3, Bloodborne o el primer Nioh fueran fáciles a su lado. Y no es algo nuevo, es que hasta los trabajadores del estudio que estaban participando en la demostración las pasaban canutas. Sabiendo que no habrá "modo fácil", veremos si al final no tienen que reajustar parámetros de cara al lanzamiento.

Para sobrevivir a este castigo, al menos contamos con las habilidades de los Yokai. Cada vez que acabas con un demonio, recoges su alma encapsulada y con ella su poder cristalizado. Son importantísimos, y de hecho podríamos decir que en nuestra partida marcaron la diferencia entre la victoria y la derrota en batalla.

También han ampliado la selección de armas disponible para el combate. Nos enamoró especialmente el nuevo par de hachas a dos manos, con una capacidad de daño enorme. Los fans de la mitología samurái van a seguir pudiendo practicar sus artes de combate con una buena variedad de espadas y las cuatro posturas entre las que ir cambiando en función del enemigo y la táctica a emplear. Este estilo de ataque y defensa da mucha personalidad a Nioh y tenía que repetir sí o sí. El menú de equipamiento y personalización es muy amplio y te hace sentir fuerte... hasta que cometes un mínimo error y ves cómo te asesina sin piedad un enemigo cualquiera.

En cuanto al gráfico de Nioh 2, la demo nos dejó una sensación entre correcto y bien. Animaciones pasables, iluminación decente y entornos con buen nivel de detalle dan cuenta del lado técnico, mientras que un estilo artístico brutal y un diseño de enemigos sensacional animan la parte creativa. Desde el más simple y pequeño a los grandes demonios, saben capturar ese terror y ese sufrimiento que esperamos de la era Sengoku oscurecida. Todo bello, pero con margen de mejora antes del lanzamiento.

De hecho, esa es probablemente la conclusión general a la que podríamos llegar. Nioh 2 tiende a mejorar todo lo que vimos en la primera entrega, pero el Team Ninja aún debe trabajar para que esa progresión sea efectiva y culmine en un juego sensacional. También habrá que permanecer atentos a la dificultad, porque están al borde de que se las vaya de las manos.