Octopath Traveler - impresiones avanzadas

Octopath Traveler es el gran tapado del catálogo de Nintendo Switch de este primer periodo del año. Square Enix en estado puro, de la mano de ese equipo pequeño pero talentoso que ya dejó encantados a los jugadores de Nintendo 3DS con Bravely Default. Un RPG de corte tradicional con combates por turnos que tome el relevo a ese Xenoblade Chronicles 2 que tanto ha gustado a los amantes del género. Sin la pujanza de los grandes first parties y con Square centrada en sus grandes proyectos como Kingdom Hearts III o la enésima versión de Final Fantasy XV, no está recibiendo demasiada atención y solo quienes lo siguen desde la presentación o desde la demo están al tanto de cómo ha evolucionado. En la víspera del E3, y anticipando que allí tampoco va a gozar de mucha exposición, hemos podido jugarlo de nuevo.

Segunda toma de contacto con este título tan distinto a todo lo demás tras muchos meses. Aquella partida, con la demo, fue solo una toma de contacto con una sección de los primeros compases en la que aprender a base de tutoriales (impresiones de la demo). Esto ha sido algo totalmente distinto, porque lo que Nintendo ha puesto en nuestras manos es una partida avanzada con un equipo de cuatro personajes por encima del nivel 20 y enemigos que plantan cara con una rudeza inusual. La primera conclusión es honesta y directa: Octopath Traveler es un juego exigente.

Ocho son los personajes que van a contarnos sus historias por este mundo de viajeros, con un protagonista en cada ocasión y el resto de compañeros compartiendo su relato. Esta vez tocaba conocer al académico, Cyrus, un tipo apuesto y poderoso que no parece ser muy consciente de su influencia en el resto de personas, y especialmente en las mujeres, a las que excita con su mera presencia. Su habilidad especial (su acción de senda) es Escrutar, que sirve para sacar información extra a los personajes PNJ que parecen no tener nada que decir.

No tardamos mucho en utilizarla. Empezamos este capítulo en el acantilado Cumbrecantal, al que Cyrus llegó junto a sus colegas en busca de una vieja amiga que podría tener información acerca del libro que centra su trama personal. No os contamos más de esto, pero sí que la charla con ella es distendida y animada, con un tira y afloja ligero pero sin tópicos. Es interesante, pero resulta raro el desacompasamiento de los diálogos en texto (en castellano) y voz (en inglés o en japonés), por una especie de retardo a la hora de arrancar la frase hablada que nuble un doblaje que no tiene mala pinta. Nos termina contando que hay un suceso en el pueblo que tenemos que investigar y ahí es donde entra en acción Escrutar.

La típica sección de charlar y recopilar información entre los aldeanos tiene un toque distinto en Octopath Traveler con este personaje. Momentáneamente se convierte en un Ace Attorney y empieza a lanzar preguntas al jugador sobre los datos obtenidos. Tres y muy sencillas, pero no esperábamos algo así para poder acceder a la siguiente zona. La deducción final es que el problema está en las cloacas, así que toca cambio de escenario.

Hasta entonces habíamos estado en un pequeño pueblo de montaña construido a partir de decenas de lanchas de piedra y tierra de tonos marrones que nos tienen subiendo y bajando para ir de un punto al otro. Un lugar poco habitado y nada vistoso que se recorre en un minuto porque no invita a dar vueltas. El mapa exterior paso a uno subterráneo, aparentemente más oscuro y con un fondo más muerto, pero que es más vistoso gracias a los brillos del agua corriente. Nos acordamos en ese instante de lo importante que es el juego de luces para que que este trabajo visual tan minucioso dé buen resultado.

Estaba claro, incluso por el cambio de música, que llegaba la hora de la lucha. Queríamos saber de qué íbamos a ser capaces con un equipo de cuatro personajes subidos de nivel, así que corrimos por el pequeño laberinto de galerías en busca de cofres sabiendo que a su alrededor se dispararía algún encuentro aleatorio. Efectivamente, ahí saltó una cuadrilla compuesta por tres especies de masas verdes flotantes y una criatura más grande. Todas, con escudo, por lo que venía por delante una batalla un tanto larga. Es muy importante leerlos turnos, señalados en la parte superior de la pantalla, y usarlos para escoger el o los objetivos de los ataques. Tanto como leer las debilidades y conocer las armas, algo que no estaba de nuestra parte, así que pasamos dos o tres turnos probando suerte. Al menos los iconos elementales sirven para atinar un poco antes de gastar. De nivel inferior, pero pegaban muy duro esos enemigos y con criterio, lo que nos obligó a utilizar regeneración por ítem e incluso por habilidad de personaje.

Dicen los tutoriales que es imprescindible saber encadenar ataques mediante el sistema de puntos de fuera para no retrasar demasiado el combate, y eso no nos salió del todo bien. Al contrario, ante el desconocimiento acabamos ganando por la fuerza, gastando mucho de todo, lo que nos convertía en carne de cañón para el siguiente enfrentamiento.

Y eso que tuvimos la ayuda del Talento de Cyrus. Los talentos son habilidades disparadas específicas de cada uno de ellos que se utilizan durante el combate o durante la exploración. La de este estudioso de los libros le permite conocer las debilidades de los enemigos antes de arrancar la batalla, lo que permite comenzar a atacar sabiendo exactamente qué elementos utilizar para romper defensas, para aturdir y para rebajar vida. Pero ni con esas conseguimos llegar hasta el final de las cloacas para encontrarnos con el jefe de nivel que allí esperaba.

Sí pudimos ver cómo lo conseguía un compañero y, lo más importante, echar un vistazo a la historia cruel que allí se desarrolla. Nos falta contexto, por delante y por detrás de la trama, pero parecía que no era más que una pequeña historia sin mucho recorrido que iba a quedar en esa zona del mapa. Y, sin embargo, nos sacudió la crueldad y la crudeza de ese encuentro, reflejada tanto en el guión como en sus sencillas animaciones a base de píxeles. O han escogido a propósito esta sección para hacernos pensar que lo que viene es bastante hardcore, o se reafirma aún más que Octopath Traveler no es apto para todos los públicos. Al fin y al cabo, ya nos pareció raro comenzar a jugar con una bailarina que no duda en usar la seducción y su pequeña carga erótica.

Que la derrota no se traduzca como decepción, porque solo fue una prueba de que aquí viene un juego profundo al que hay que jugar con mimo y dedicación desde el principio. Viene un título destinado a los amantes del RPG japonés tradicional y al público adulto. Una exclusiva que hará mucho bien al catálogo de Nintendo Switch si logra convencer a los jugadores. Y eso lo conseguirá, sencillamente, si el producto es bueno y le funciona el boca a boca, como ocurrió con Bravely Default. Lo sabremos cuando llegue, a principios de verano.