Análisis de OlliOlli 2: Welcome to Olliwood

Ya conocíamos a los desarrolladores de Roll7 y siempre nos han parecido muy buena gente, pero, quizás detrás de las sonrisas y de los apretones de mano, se esconde algo más siniestro: un lado sádico colectivo. Y esa, en principio, es la explicación más lógica a la dificultad tan dura, brutal y desquiciante que se puede encontrar en los niveles más avanzados del nuevo juego de monopatines: OlliOlli 2: Welcome to Olliwood.

Si habéis probado su predecesor (en nuestra opinión un título arcade genial, por mucho que no le gustara a nuestro compi skater Christian), entonces os podréis hacer una idea aproximada de qué os espera en Welcome to Olliwood. Si no, la premisa es sencilla: controláis a un skater subido en su monopatín que tiene que hacer trucos y deslizarse por pistas de obstáculos absolutamente frenéticas y solo utilizando con precisión los botones podréis encajar bien los movimientos y llevaros una burrada de puntos. Además, hay un montón de acrobacias a vuestra disposición, que podréis llevar a cabo girando y moviendo la palanca analógica, mientras que encajar un movimiento (y llevaros los puntos) implica pulsar el botón X en el momento EXACTO. Si os equivocáis, decid adiós a vuestros queridos puntos.

Con respecto al primer juego, la continuación presenta algunas diferencias que comentaremos después, pero, en su mayor parte, el estudio ha conseguido crear una continuación muy sólida y consistente de la serie que comenzó el año pasado y cuyo primer juego pudimos disfrutar a tope en PS Vita. Sin embargo, esta vez jugamos principalmente en PS4 y, aunque hemos de reconocer que la gran pantalla es un puntazo, nos quedamos con lo dicho de OlliOlli: ambos títulos son perfectos para jugar sobre la marcha, en cualquier lugar. Basamos nuestro argumento en que los breves momentos de acción son perfectos para jugar en cualquier parte y en cada sesión tendréis que reiniciar rápidamente, como ocurre en la igualmente divertida/frustrante serie de Trials.

Dicho esto, aunque cada intento pueda ser breve, terminar y dominar cada nivel puede llevaros mucho tiempo. Al respecto, OlliOlli 2: Welcome to Olliwood es un título despiadado e implacable que exige, sencillamente, la perfección. De hecho, hay varios niveles de dominio a los que aspirar: el nivel básico se reduce a terminar cada fase (que, de paso, son cincuenta, la mitad amateur y la otra mitad profesionales). Eso sí, incluso las últimas fases amateur son complicadas y más de una vez nos frustramos y tiramos el mando por nuestra torpeza, siempre antes de intentarlo otras mil veces, fracasar esas mil y sentir pura rabia por la genial experiencia.

Así, la única pega que le ponemos a OlliOlli 2: Welcome to Olliwood es que la dificultad crece demasiado pronto. Nos explicamos: no nos importa enfrentarnos lentamente a una dificultad cada vez mayor, pero, después de intentar cien veces un nivel en concreto, la verdad es que nos aburrimos de fallar constantemente (aunque, dicho esto, seguimos intentándolo un poco más). Afortunadamente, llegar al final no es lo único que se puede hacer, porque hay muchos más desafíos que sencillamente terminar la fase. Cada nivel tiene cinco objetivos que, una vez completados, ponen a vuestra disposición un nivel para profesionales en el mismo mundo (hay cinco mundos y en cada uno hay dos conjuntos de cinco niveles). Ahora bien, si ya era difícil conseguir los cinco retos en los niveles más fáciles, a medida que progresáis, la experiencia se vuelve casi imposible.

Claro que la dificultad implica que se puede mejorar mucho dentro del título. Calcular los saltos y los trucos que necesitáis para completar una fase es bastante difícil ya de por sí, pero una vez que los domináis, siempre podéis volver a los niveles anteriores para entrenar, conseguir más objetivos, recoger objetos y encadenar las combinaciones de trucos necesarias para conseguir las estrellas, que representan la puerta a los niveles profesionales (y, más adelante, las fases más concurridas del modo RAD). De hecho, aprender las habilidades necesarias para conseguir los objetivos y conseguir las estrellitas mejorará vuestra manera de jugar, así que, muy a menudo, quedarse estancado es sinónimo de mejorar y de volver para conseguir los objetivos más complicados. Al igual que ocurría con el primer juego, no es difícil ver que los jugadores más dedicados conseguirán un éxito mayor.

Además, en esta continuación hay nuevas acrobacias y las más destacables son los 'manuales' que os podéis mandar para encadenar trucos y conseguir combos ridículamente largos (y puntuaciones igualmente ridículas). Por otro lado, también hay nuevos 'reverts' y podéis cambiar de posición mientras os deslizáis, así como algún otro truco que ya se han añadido al 'Tricktionary' (un diccionario de trucos, algo así como un Truccionario). También dispondréis de nuevas rampas para realizar acrobacias (si las cogéis en el momento adecuado, obtendréis mayor aceleración y distancia extra). De hecho, si sois fans de conseguir las puntuaciones más altas y de realizar los trucos más difíciles, aún podéis mejorar mucho más y todo queda a vuestro alcance.

Por otro lado, la continuación tiene elementos que ya vimos en el primer título. Por ejemplo, el 'Daily Grind' es un buen modo en el que practicaréis con una pista y, cuando os sintáis preparados, podéis "jugar de verdad" y sea cual sea vuestra puntuación durante la partida real, se añadirá a las clasificaciones, para después esperar al día siguiente y al nuevo desafío que os espera. Si lo comparamos con otras referencias, se parece a los retos diarios de Spelunky.

Y añadidle a eso el modo desbloqueable RAD al que podréis acceder si completáis todos los desafíos de un nivel profesional y las breves partidas del modo Spots (solo dispondréis de un combo para conseguir una puntuación que podréis poner en las clasificaciones globales o en las de vuestros amigos). La verdad es que hay un montón de contenido para abriros paso a golpe de acrobacia.

Ahora bien, los cinco nuevos mundos de Olliwood son mucho más interesantes que los trasfondos corrientes y molientes que pudimos ver en el primer juego y el hecho de que haya rutas alternativas a través de varias fases, asegura que haya aún más variedad. Por otro lado, cada fase está decorada con detalles cinematográficos bastante agradables y todo, desde el movimiento del skater hasta los efectos visuales y las animaciones de fondo, supone una mejora en comparación con el original. La banda sonora también ha recibido un cambio y ahora podréis escuchar nuevas melodías que apuntalan la acción (y, aunque no sea de vuestro gusto particular, la verdad es que cuadra genial con la experiencia) y los efectos de sonido maridan perfectamente con las acrobacias de la pantalla.

Eso sí, tenemos que reconocer que este juego no es nada bueno para el mando. La superficie de goma de nuestro DualShock 4 ya estaba un poco desgastada, pero después de dos horas con OlliOlli 2: Welcome to Olliwood, la parte de abajo se había desintegrado por completo, y en la PS Vita esto no suponía tanto problema porque, cuando jugamos al primer juego, podíamos usar la cruceta y salvar a la pobre palanca de la agonía. Por desgracia, esta opción ya no está disponible ni en PS Vita ni en PlayStation 4, ergo adiós, palanca analógica.

En fin, aparte de un par de fallos, lo cierto es que se trata de un buen título. Hay mucho que hacer y mucha dificultad para disfrutar y frustrarse. De hecho, a aquellos de vosotros que os guste perfeccionar los movimientos que hacen falta para competir al más alto nivel tendréis cientos de horas de juego por delante para manteros ocupados, mientras que el resto de mortales tendremos, por lo menos, un buen rato de juego hasta que el fracaso sea tan grande que pasemos a otros menesteres. Eso sí, sin importar como lo miréis, el título tiene una dificultad exagerada y, por ello, no es para todo el mundo, pero os aseguramos que los masoquistas competitivos y los perfeccionistas de las altas puntuaciones encontrarán su paraíso en el nuevo título de Roll7.

También hay un modo para cuatro jugadores en pantalla compartida que se introducirá en un parche posterior al lanzamiento. Por desgracia, todavía no hemos tenido oportunidad de probarlo, aunque podéis estar seguros de que una vez esté disponible, le daremos una vuelta y os contaremos lo que opinamos por aquí.