One Piece: World Seeker - impresión final

One Piece es un nombre reconocido ya en todo el mundo, incluso por aquellas personas que no acostumbran a seguir animación y manga. Porque lo que Eiichiro Oda creó en 1997, que hoy en día sigue recibiendo más y más capítulos, ha cobrado vida propia. Camino de los 900 capítulos (y no se atisba su final), varias películas estrenadas en cines y merchandising para inundar un almacén. Ah, y videojuegos, casi 50 sumando versiones y apariciones como el recién estrenado Jump Force.

Ganbarion tiene la tarea de abrir un nuevo capítulo de este universo este mes de marzo con un título que no solo cuenta una historia independiente, sino que además ofrece un estilo nunca visto. Esta vez, Monkey D. Luffy es el protagonista solitario y tiene ante sí un mundo casi completamente abierto por el que moverse libremente resolviendo la disputa entre facciones a la que se va a enfrentar. ¿Es lo que necesitaba para subir el nivel?

Hemos pasado unas seis horas en Prison Island, suficientes para hacernos una idea detallada de lo que espera en la versión final. Esta isla desconocida reúne varias zonas muy distintas entre sí e invita a explorarlas en profundidad. Pasas del campo abierto a espacios urbanos bien defendidos, del mar a la montaña, e incluso sabemos que podremos ir al cielo a Sky Island. Por el camino, hay que recoger materiales que sirven tanto para completar misiones como para fabricar y cocina. Para no complicar mucho la vida al jugador, los diseñadores han establecido unos puntos de farmeo (a veces, literalmente, granjas) que se regeneran con el paso del tiempo.

Más divertido que recoger recursos es explorar los sistemas de reputación del juego, que marcan la relación entre Luffy y el resto de personajes. En esta isla hay varias facciones con las entablar amistad o enemistad, colaboración o batalla, y eso tendrá consecuencias en la partida. Es el llamado sistema de karma y funciona de forma bastante lineal, pues las decisiones que se toman son hacer o no hacer tal misión, que a su vez va abriendo otras sucesivas. Es una motivación para asumir retos y secundarias con algo de chicha.

Aunque la acción ha siendo siempre lo más importante de los juegos de esta licencia (al fin y al cabo estos piratas se pasan la vida peleando), los puñetazos incansables de su protagonista encajan a la perfección en un marco narrativo. En One Piece: World Seeker, Oda y Toei Animation han contribuido para crear un escenario nuevo pero integrado. El opening presenta a un peligroso enemigo llamado Isaac que controla Pirate Island. Este científico utiliza su tecnología para revertir el efecto de las frutas del diablo. Tras caer en la trampa de su séquito, nos unimos a la líder rebelde Jeanne que está combatiendo su opresión.

Una de las novedades jugables, y nos ha costado hacernos a ella, es la infiltración. Luffy, cuya personalidad consiste en meterse de cabeza en cualquier lío ignorando los planes de su equipo, aquí sí es capaz de ir con sigilo y eliminar enemigos por la espalda. O escanear los entornos para ver resaltados los puntos de interés, a lo Batman Arkham. La primera impresión que nos da es de que no encaja con el personaje, pero al probarlo hemos visto que sí lo hace con el tipo de juego. Aporta variedad, porque permite no ir siempre de frente al combate, y parece que será más importante cuanto más avance la partida y más fuertes sean los rivales.

Desde el principio, él ha sido el único personaje jugable, pero el resto de los Mugiwara cumplen una función importante en One Piece: World Seeker, pues ayudan a cumplir misiones como proteger el Sunny (su barco), recoger materiales o ayudar en habilidades individuales. Sanji tendrá preparado un delicioso menú para regenerar la vida, mientras que Ussop, Chopper y Franky aportan equipamiento que altera un poco la forma de jugar.

Estas horas también nos han servido para entender mejor la evolución del propio sombrero de paja. Hay cinco vías principales: dos son de tipos de Haki (de observación y de Tanque), parámetros, exploración y el propio combate. Hay que acumular puntos de experiencia en la lucha y en las misiones para poder ir desbloqueando todas sus habilidades, como sus famosas "Gear".

El aspecto visual fue otro de los elementos más llamativos en su presentación, pues por primera vez se hace uso del motor Unreal Engine 4 para sacar adelante una aventura de One Piece. Ganbarion lo está usando para reflejar los colores vivos y fuertes que le gustan a Oda y el resultado es muy chillón. En nuestra prueba, el audio estaba en japonés, aunque sabemos que también se podrá poner en inglés y todo está subtitulado al castellano.

Lo más divertido de todo este tiempo ha sido explorar la isla porque Luffy tiene unas formas de moverse de lo más divertidas que, además, están muy bien integradas con la acción. Consigue que al final sea todo muy dinámico y, a la par, original, pero también se va un poco de las manos. En comparación con los juegos musou como One Piece: Pirate Warriors, rebaja un poco la carga de combate.

Nos queda mucho más por saber lo que espera en esta entrega y también queremos ver hasta qué punto de emotividad han sido capaces de llegar después del sorprendente final de One Piece: Unlimited World Red. Lo comprobaremos a partir del 15 de marzo en PC, Xbox One y PlayStation 4.