Payday 2 - impresiones

El Payday original es el único juego capaz de hacerte sentir como un personaje de la película Heat. Es obvio que en Overkill Software opinan lo mismo, por eso durante mi partida con la segunda entrega de dicho juego encarno a un personaje que recibe su nombre de Waingro. No solo los personajes de la película sirvieron de inspiración, sino que son varios los momentos de Payday 2 que recuerdan a la cinta clásica de Michael Mann, aunque hablaré luego sobre ellos.

Payday 2 es un híbrido de muchas cosas distintas. Para empezar, es un juego sobre atracos. También es un shooter en primera persona. Además, tiene toques de estrategia y ahora hay un montón de detalles de juego de rol. Al juntar todos estos ingredientes diferentes, en Overkill esperan ofrecer un juego que consiga triunfar en el mercado actual. Payday 2 es (o al menos, eso esperamos todos) el juego de robos que siempre hemos querido jugar, pero que nunca habíamos tenido a nuestra disposición.

Es preciso destacar que el primer juego tenía todos esos elementos de una forma u otra, pero a pesar de su inclusión, al final los golpes se acababan reduciendo a acabar con oleadas de enemigos en un auténtico festival de tiros. Tenía más en común con el Left 4 Dead de Valve que con Heat. Objetivos, habilidades, tácticas... todo estaba allí, pero el jugador no tenía muchas decisiones que tomar.

Esta segunda entrega va a refinar considerablemente todas las ideas planteadas en el original. La elevada dificultad sigue presente, se mantienen los tiroteos y el trabajo en equipo, también repiten las oleadas de agentes de la ley... pero hay algunas novedades que cambian todo y deberían dar a los amantes del original motivos de sobra para ser optimistas.

Ni siquiera es que sean nuevas inclusiones, sino más bien ideas modificadas. Los elementos de juego de rol y las opciones de personalización ya estaban ahí en el primer juego, pero ahora brillan en el centro del escenario. Hay cuatro clases diferentes, cada una con un estilo de juego distinto. Hay una gran selección de armas para modificar y con las que trastear. Y luego están las máscaras, que se merecen un párrafo para ellas solas.

En Payday 2, el jugador tendrá más posibilidades a la hora de dar forma a su personaje. Si quieren ser sigilosos, ahora hay un árbol para ello (llamado Fantasma), que está repleto de mejoras y posibilidades que permiten al jugador centrarse en potenciar un camino concreto. Las opciones de sigilo son la novedad, pero hay otras tres clases en las que especializarse: Técnico (objetos y tecnología), Mente maestra (carisma y control de enemigos) y Sicario (armas). Y todas ellas están disponibles desde el principio.

Otro elemento clave de Payday 2 es el contenido que se genera aleatoriamente. Hay 30 niveles diferentes en el juego, que los jugadores volverán a visitar una y otra vez. Cada vez que vuelvan, las cosas estarán en sitios diferentes, lo cual asegura que cada experiencia sea única. Está por ver cuán diferente es un nivel si mueves de sitio la cámara acorazada y las cámaras de seguridad de un banco, pero al menos mantendrá a los jugadores alerta en cada nuevo golpe.

Si la cosa se pone fea y empiezan los tiroteos, podremos acabar en una misión de huida. En total hay seis, y son todas muy dinámicas. Una huida libre no debería tener muchas consecuencias, pero si la cosa se pone muy fea es posible que tengamos todo un nivel adicional en el que debamos encontrar un medio de transporte alternativo. Estábamos en un golpe robando obras de arte, y aunque conseguimos escapar llegamos a tener tanta policía encima que se inició una misión de huida. Nos persiguieron y la misión se inició con nosotros huyendo en nuestra furgoneta para intentar llegar a la azotea de un edificio cercano para una extracción en helicóptero.

Hemos podido probar cuatro misiones diferentes (con un par de reinicios, para estudiarlas a fondo). El robo de las obras de arte ofrecía muchas oportunidades de sigilo y planificación de antemano, mientras que el golpe en la joyería se limitaba a romper cosas y cogerlo todo. Participamos en un robo a un banco, repeliendo a las oleadas de policías mientras esperábamos a que se abriese la cámara acorazada. Y también tuvimos la misión de huida que comentábamos antes. Los distintos trabajos se pueden encontrar en CrimeNet, que es un mapa de toda la ciudad muy sencillo de usar y repleto de desafíos.

Prepararse para el golpe es ahora más importante que nunca. En cuanto te pones la máscara, empieza la diversión, no sin antes planificar los movimientos a realizar. Como ya hemos dicho, solo hemos podido probar un puñado de misiones; cuando tengamos en nuestras manos la versión final podremos hacernos una mejor idea de si la buena planificación facilitará la experiencia, pero parece que se ha mejorado mucho en este aspecto. Una vez hayamos completado la fase de planificación y tengamos puestas las máscaras, será posible, igual que antes, hacer rehenes para intercambiarlos con la policía cuando uno de los equipos sea capturado, acabar con los guardias y poner el plan en marcha. El trabajo en equipo va a ser más importante que nunca y quienes no cumplan con lo establecido verán que su experiencia acaba rápidamente convertida en un verdadero caos. Los equipos que se mantengan unidos tendrán su recompensa y no hay nada más satisfactorio que ejecutar un plan a la perfección.

Pero ni siquiera los equipos mejor organizados tienen la victoria asegura. El nivel de dificultad que ha definido a Payday: The Heist sigue presente. Jugamos con una mezcla de diferentes niveles de dificultad y, la verdad, los niveles más elevados son complicadísimos. Los equipos tendrán que estar muy bien definidos, ya sea cada uno perfeccionando una habilidad diferente y con los roles bien marcados o bien con los equipos bien marcados hacia estilos de juego específicos (por ejemplo, cuatro jugadores en el papel de Sicarios para atacar con fuerza y velocidad). También hay un refugio en el que los jugadores podrán practicar sus movimientos y poner a prueba sus habilidades antes del gran golpe.

Conseguir experiencia llevará su tiempo. El dinero y la experiencia se podrán invertir en mejorar las habilidades (hay un total de 144 para elegir), así como en mejorar el uso de las armas, mejorar los objetos y tener mejores habilidades de control de multitudes. Nosotros hemos jugado con personajes cuyas habilidades requerían más de 100 horas, así que pudimos experimentar a nuestro gusto con ellas; pero en el juego final, conseguir las habilidades desde cero requerirá mucho tiempo y esfuerzos. Hay muchas posibilidades a la hora de personalizar y especializar al personaje.

Al completar una misión con éxito, los jugadores recibirán botines que pueden ser cualquier cosa, desde añadidos para las armas hasta nuevas máscaras. Las máscaras podrían ser uno de los elementos más divertidos del juego: hay miles de combinaciones posibles y los jugadores podrán hacerse las suyas, plasmar su propia personalidad en ellas. Seguro que mucha gente se pasa un montón de tiempo creándolas y perfeccionándolas hasta conseguir el aspecto perfecto.

Cuando todo sale bien, y cuatro ladrones enmascarados emergen de una tienda o banco destrozado, la sensación es muy satisfactoria. Al igual que en el primer juego (sobre todo en el nivel Heat Street), hay mucho amor a la película Heat). Ponerte a girar mientras huyes para acabar con los agentes de policía que te siguen usando tu rifle de asalto ofrece algún que otro momento nostálgico en medio de toda esta locura.

La fuera bruta solo será útil hasta cierto punto; de hecho, puede que el elemento más atractivo de Payday 2, al menos desde mi punto de vista, es el uso del sigilo. He hablado con el director del juego, David Goldfarb, tras mi sesión de juego y le he preguntado sobre ese tema: "[El sigilo] es algo a lo que deberías aspirar. Cuando lo consigues, cuando te infiltras en un banco tras 100 horas de juego o las que necesites, te hace sentir como "vaya, ya soy todo un profesional, sé cómo hacer esto". Y eso es algo que a mí, que venía de Battlefield, me costó, porque yo decía: "le estas bloqueando a la gente este aspecto del juego, ¿estamos haciendo bien?" Pero no lo estamos bloqueando, estamos presentando la idea de que existe, pero que es muy difícil de conseguir".

Desde luego, fácil no es; todos nuestros intentos de ser sigilosos duraron un minuto como mucho. Incluso cuando nos descubren y no nos queda otra que combatir, la cosa no es precisamente un paseo por el parque. Goldfarb nos explica que: "El tope de habilidad está muy alto, así que la gente muy, muy buena juega a un nivel completamente diferente al de aquellos que acaban de empezar. Pero eso mola, es precisamente como queríamos que fuese".

"En comparación con el primer juego, que era un buen juego pero un tanto unidimensional en comparación [con Payday 2], esta entrega tiene muchos elementos interesantes diferentes, así que vamos a ofrecer una rejugabilidad más importante, de un modo nunca visto en ningún otro juego. De hecho, me cuesta pensar en otro, no existe ninguno similar. Considero que quien quiera disfrutar del mundo de los robos, quien quera crear su propio personaje y darle una personalidad propia, tiene aquí una oportunidad única de ponerse en la piel de un criminal".

Payday 2 saldrá en PC, Playstation 3 y Xbox 360 el día 16 de agosto. Aquí tenemos una entrevista con David Goldfarb en el E3, donde nos explica por qué Payday 2 es el Dark Souls de los juegos de robos.