Análisis de PUBG Mobile

Jugar a un shooter en primera persona en un móvil, con sus correspondientes controles táctiles, es como jugar al billar con un alambre. Siempre ha sido así. Pero con unas opciones de calibración bien diseñadas y el entrenamiento necesario, es decir, con mucha paciencia, hasta los usuarios de PC se pueden llegar a convertir en aficionados al FPS en pantalla pequeña. La mujer prueba está en la gran batalla que se está librando en estos momentos en la App Store entre los dos grandes del Battle Royale. Os trajimos hace unos días el análisis de Fortnite para iPhone y ahora toca echar un vistazo a PUBG Mobile.

Dejando de lados las explicaciones de qué es y cómo llegó a revolucionar los videojuegos el año pasado, pues es una historia que podéis ver en nuestros artículos de PlayerUnknown's Battlegrounds, vamos a entrar directamente en esta versión. Se trata de una adaptación del mismo juego que hay en PC y Xbox One que ha batido récord tras récord de audiencia; ni es una versión 'lite', ni le falta contenido, ni se ha dejado nada por el camino que no sea la apariencia gráfica. Y eso hay que agradecérselo a Brendan Greene, a PUBG Corp y a los estudios chinos que han trabajado con ellos. No así la abusiva cesión de datos que se hace a Tencent para poder jugar.

Parte de un sistema de control táctil tradicional, con un gran botón virtual en la parte inferior izquierda de la pantalla (en horizontal) y una bala en la derecha, que son para mover al personaje y para disparar. Lo más complejo es mover la cámara sin disparar ninguna de las preciadas balas ni dejarte ver por los enemigos, con el pulgar un poco por encima. Al principio es una experiencia muy frustrante, incluso más que la de Fortnite porque requiere aún más precisión y porque es más difícil de manejar y de apuntar que en PC o en Xbox One. Pero con el paso del tiempo el sistema demuestra que está bien diseñado para quienes lo quieran dominar realmente, y se deja domar. En tres o cuatro horas ya puedes jugar decentemente. Para que no sea una tortura, todas estas partidas son obligatoriamente frente a bots, no contra humanos despiadados.

No os vamos a engañar, no acabamos en primera posición ni una de estas rondas. La premisa es la misma, 100 jugadores se lanzan desde un avión al mapa en el momento que cada cual considere oportuno para tratar de ser el único superviviente. Conserva esa ansiedad e impaciencia de unos primeros minutos de vida o muerte en los que rebuscar armas, balas y equipamiento por cualquier rincón. Si te gusta la mecánica y te has enganchado antes en otra versión, es probable que aquí también te ocurra, o al menos eso nos ha pasado a nosotros en esta prueba. Seguimos enamorados de esa dinámica de mapa en movimiento que obliga a los 'camperos' a salir de sus madrigueras y a tratar de ser más hábil y también más listos.

PUBG Mobile es una buena adaptación del juego, pero de momento tiene problemas. ¡Sería una sorpresa que no los tuviera sabiendo de dónde viene! La tasa de refresco de imágenes no es buena ni estable, muy inferior a la de Fortnite: Battle Royale, comparando en ambos casos el juego en un iPhone X. Gráficamente es más que aceptable, es bueno, sobre todo porque aquí no tenemos un referente maravilloso con el que compararlo, y el trabajo sonoro está a buen nivel dada la importancia en su gameplay.

La conclusión es prácticamente la misma que con el título de Epic Games. Es un título que demuestra que los juegos para móviles han llegado a un nuevo nivel, y solo su control puede suponer una barrera de acceso para quienes lo consideren así, sobre todo por lo que cuesta asimilarlo y dominarlo. Además, su modelo free-to-play es justo, sin publicidad metida con calzador, vídeos insoportables o banners engañosos. Una experiencia buena a la que pedimos una mejora de los fps para ser espectacular.