¿Qué es un NFT y por qué hay que hacer algo con ellos?

Un NFT o TNF es un token criptográfico no fungible que da valor de propiedad a un bien digital. Se utilizan sobre todo en criptoarte. Un token se puede entender como un paquete de información clave y algo no fungible, en términos económicos, es una unidad que no se puede intercambiar fácilmente. Los TNF están vinculados con las criptomonedas y ambos necesitan un proceso llamado cadena de bloques (blockchain), que requiere de mucha energía para realizarse y dejar validado un activo digital.

Teniendo presente que todas las actividades que requieren procesar información y datos tienen un gasto energético; cabe considerar que la mala gestión de los procesos de cripto-valor pueden dejar una enorme huella de carbono en el planeta.

Si lo comparamos con un videojuego, los bloques de datos serían los niveles y el objetivo sería completar una secuencia que da valor a tu existencia. Para realizar tu misión necesitas acumular un montón de energía y, si no completas tu cometido, te quedas sin ser nada ni nadie. Imagina que tienes dos fuentes de energía relacionadas con cómo pasarte el juego, una la consigues si matas a los habitantes del mundo como en un shooter, como en Doom, y la otra si decides pasarte el juego en modo relajado, como en Animal Crossing, e inviertes más horas. En un TNF el protagonista es la información a gestionar y la recompensa es un paquete de datos único que verifica la propiedad de un bien digital o cripto-bien vinculado a un valor en criptomonedas.

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Los NFT y sus cadenas de bloques pueden dejar una emisión muy perjudicial para el medioambiente si las modalidades con las que un bien digital adquiere valor no tienen presente el impacto en la huella de carbono de los procesos energéticos que requieren.

¿Qué es la huella de carbono?

La huella de carbono es un indicador ambiental que refleja la totalidad de gases invernadero que se emiten por individuo, organización o producto, como consecuencia del consumo energético en sus acciones. El impacto que produce se mide analizando el ciclo de vida de las actividades que producen dicha huella.

Si se habla de NFT y del consumo energético, en su ciclo influyen directamente las políticas energéticas que afectan a los cripto-mineros. Aquellos que dan valor a los cripto-activos y sus modalidades de producción. Muchos cripto-mineros se ubican en regiones donde la electricidad es barata, no utilizando energía limpia, sino aquella que requiere menos costes para minar monedas. También influye mucho la refrigeración de los sistemas, de lo que se hablará a continuación.

Actualmente, operar con NFT es enormemente ineficiente desde el punto de vista energético. Las estimaciones varían ampliamente, pero la mejor aproximación es que el consumo de energía promedio de una sola transacción equivale a aproximadamente 48 kWh de energía, algo así como entre tres y cinco días de energía para un hogar español promedio.

Causas de la huella de carbono de los cripto-bienes: Blockchains no ecológicas

Por decirlo de alguna manera, si los cripto-procesos para dar valor a un bien digital utilizan fuentes de energía no limpia, la huella de carbono es incalculable. La cadena de bloques mencionada anteriormente es un registro único que establece la base de datos que da valor a los bienes digitales. Es una serie de datos consensuada y distribuida en varios nodos de una red.

La cadena de bloques verifica que solo haya una cuenta capaz de poseer el NFT en un momento dado. Si vendo "Picasso.jpeg" a James, no puedo dar la vuelta y vender el mismo "Picasso.jpeg" (o una réplica digital exacta de él) a Robin: la cadena de bloques sabe que ya transferí el arte (y su NFT) a James, no puedo vendérselo a Robin, y marcará la transacción como inválida. En el caso de las criptomonedas, podemos pensar en ello como el libro contable donde se registra cada una de las transacciones.

En cada bloque se almacena:

• Una cantidad de registros o transacciones válidas.


• Información referente a ese bloque.


• Su vinculación con el bloque anterior y el bloque siguiente a través del hash de cada bloque ─un código único que sería como la huella digital del bloque.

Siguiendo la comparación con el videojuego, si los cripto-mineros deciden pasarse el juego avanzando como en Doom, la huella de carbono seguirá creciendo hasta que decidan invertir en jugar como Animal Crossing.

¿Cómo reducir la huella de carbono de los cripto-bienes de consumo?

Los productos y servicios que requieren una gran cantidad de energía para ser producidos necesitan planes agresivos de reducción si no queremos acabar con el planeta tierra más pronto que tarde.

Google, uno de los mayores referentes en materia de servicios que requieren una enorme cantidad energética para existir, consiguió una huella de carbono cero invirtiendo millones en nuevas infraestructuras. La clave es el sistema de refrigeración de los ordenadores, utilizando inteligencia artificial, algoritmos aplicados y nuevas técnicas para refrigerar su hardware.

Facebook, por ejemplo, derivó sus servicios de procesamiento de datos a Groenlandia para reducir su contaminación. Microsoft también es pionero en este campo, ya que consiguió reducir su huella de carbono sumergiendo servidores con el proyecto Microsoft Project Natick.

La cuestión, lamentablemente, siempre acaba siendo política. Si los gobiernos diesen más beneficios fiscales para utilizar energías renovables y quienes operan con activos digitales buscasen la ética empresarial, el problema estaría parcialmente resuelto. Pero bueno, digamos que no es tan fácil que lo hagan.