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Raiders of the Broken Planet - impresiones

Nos acercamos a Mercury Steam para descubrir cómo se hace un shooter diferente en 2017.

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Durante la presentación de casi una hora conducida por el director creativo Enric Álvarez -con la nota ocasional del productor Dave Cox- en las oficinas de Mercury Steam, en San Sebastián de los Reyes, nos sorprendió la cantidad de sistemas ingeniosos y estilosos que funcionan detrás de las cámaras mientras juegas a Raiders of the Broken Planet, el nuevo shooter asimétrico de los creadores de Castlevania: Lords of Shadow. Pero esa sorpresa venía con una preocupación: por muy profundas y refrescantes que puedan parecer esas mecánicas en el género, lo último que quieres en un juego veloz cooperativo y competitivo es demasiada complejidad; necesitas inmediatez, amabilidad con el usuario y accesibilidad por encima de todo. Pues bien, teniendo en cuenta esta sensación durante la introducción exhaustiva al proyecto, mucho más aliviados e ilusionados nos sentimos cuando nos sentamos después a echar unas cuantas rondas a los mandos.

Esto ocurre principalmente porque Raiders es efectivamente directo, se deja leer y te acostumbra rápido, pero luego es increíblemente exigente de dominar. Y también resulta algo fresco y diferente, pues el estudio español ha estado fundamentando su concepción de lo que es un nuevo tipo de shooter en su experiencia previa con personajes e historias. Liberados de una publicadora, "podemos hacer lo que nos dé la gana", nos contaban, y es algo que se nota en algunas de las locuras que se ven en pantalla.

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Las acrobacias o los escudos forman parte de las habilidades especiales de combate de los personajes.

Vale, pero, ¿cómo funciona? En esencia, el juego es un shooter online en tercera persona de 4v1 basado en misiones. "Los 4" son los raiders (literalmente, invasores o saqueadores) y "el 1" es el antagonista. Sin embargo, a diferencia de otras experiencias asimétricas, el plantel de personajes jugables es exactamente el mismo para ambos bandos, incluyendo sus habilidades especiales. Lo que esto quiere decir, en otras palabras, es que no te van a dar un monstruo todopoderoso cuando juegas contra un equipo, pues lo que tendrás que hacer es centrarte en arruinar los objetivos del equipo, y al tiempo contarás con los enemigos de la IA de tu lado. Mientras tanto, un grupo de cuatro intentará no principalmente matarte, sino cumplir su misión y mantenerse con vida.

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Bueno, por descontado que matar al antagonista tiene su aquel, pero a fin de cuentas él o ella cuenta con reapariciones infinitas, por lo que sólo sirve para puntuar y ganar tiempo; mientras que los raiders tienen un número limitado de vidas compartidas con un tiempo de respawn creciente, hasta que se acaba la partida.

Por lo tanto, se trata más de una cuestión de estrategia y estilo de juego, incluso si has encontrado tu personaje favorito. Cuando juegas en co-op del lado de los raiders, intentas encontrar la clase y el equipamiento que mejor encajan para complementar los de tus colegas de equipo, mantienes el compañerismo en mente y te centras principalmente en ciertas tareas concretas (escoltar, derribar un mecha gigantesco, hackear terminales, sobrecargar energía, etc). Cuando juegas solo, intentas convertirte en una piedra en el zapato (más bien un grano en el culo) de esos raiders, y créenos cuando decimos que ambos roles son bastante satisfactorios. "Si aprendes a jugar como un raider en una campaña, tendrás luego que reaprender cómo hacerlo como un antagonista", conforme explicaba Álvarez, incluso si se trata del mismo personaje y equipación.

Pero esto es solo arañar la superficie del concepto de juego esencial, pues a partir de ahí aparece otra capa de aspectos verdaderamente originales en cuanto a presentación, distribución y, sí, narrativa. Y al final todas esas mecánicas que operan por debajo y que mencionábamos al principio.

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Alien Myths, Council Apocalypse, Hades Betrayal y Wardog Fury son los títulos de las cuatro campañas de RotBP programadas para la Temporada 2017.
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Raiders of the Broken Planet contará con cuatro lanzamientos en la denominada Temporada 2017, pero no se trata de un modelo episódico ni de una especie de Acceso Anticipado, por mucho que el feedback y el desarrollo continuado sean vitales, conforme describimos más abajo. Tras la inminente beta final, Mercury Steam programará la salida de cuatro campañas completas, cada una contando una historia completa y cerrada de varios protagonistas (raiders) y antagonistas. Pretenden que los jugadores puedan entrar en todo momento, con cualquier campaña que les llame la atención, pues no hay orden específico, no hay cliffhangers ni continuaciones (todas tienen su final), sino cuatro relatos aportando a un arco argumental general.

Por supuesto habrá un pase de temporada, pero también se lanzará cada campaña por separado de forma independiente a "un precio increíble" aún por anunciar. Cada campaña contiene un prólogo completamente gratis y el contenido en sí, formado por varias misiones de la historia. Piensa en unos 20-30 minutos por ronda, 5-6 misiones por campaña y al menos 6-8 horas de juego principal por cada campaña.

El plan es seguir construyendo sobre el juego y retocándolo en base a la respuesta de la comunidad con cada lanzamiento de campaña, para que de ningún modo se pueda percibir como "un juego grande cortado en cuatro pedazos". Con este modelo -que también aporta los evidentes beneficios económicos- pretenden seguir trabajando en el juego 'final' mucho más allá de la beta del año pasado (que resultó "enormemente productiva y reconfortante" para el equipo) y de la nueva beta pre-lanzamiento, que está al caer y por cierto será esta vez para todas las plataformas: PC, PS4 y Xbox One.

Veamos ahora cómo se relacionan misiones y narrativa. En Raiders of the Broken Planet no hay modos de juego, más allá de elegir entre juego en equipo o antagonista. También puedes jugar offline a modo de entrenamiento, pero hasta ahí llegan las opciones. Entonces, ¿dónde está la variedad? Pues resulta que las misiones no sólo hacen de instrumento narrativo, sino que también sirven para introducir diferentes aproximaciones a cada fase.

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El Aleph corre por la sangre de los personajes, de modo que puedes a) verles a través de las paredes cuando se estresan y b) te llevas una ración de Aleph cuando les golpeas cuerpo a cuerpo.

Lo que quiere decir es que podrás ver (o saltar) una escena de intro, podrás conocer a los personajes involucrados y sus motivaciones, pero luego la trama también se encarga de establecer las tareas a desempeñar en cada fase, desde situaciones de tipo Horda hasta jefes finales, pasando por conquistar puntos del mapa, rescatar nuevos raiders o mantener con vida a personajes de la IA, entre otras cosas. Al fin y al cabo es un puñado de modos específicos ligados a otro puñado de arenas concretas, pero el enfoque cinematográfico le aporta un giro atractivo tanto a la presentación como al gameplay.

El juego también es ambicioso, y sus valores de producción son objetivamente muy altos para un proyecto multijugador independiente. Esto se puede advertir en los detalladísimos modelos de personajes, el asombroso y en ocasiones rompedor trabajo artístico, la calidad de las escenas de corte y de la presentación o la banda sonora peliculera compuesta una vez más por Óscar Araujo. Las cuatro primeras campañas ya están escritas, por lo que ahora es cuestión de que los jugadores vayan contando al estudio cómo hacer que el gameplay y los posibles escenarios sean mejores, estén mejor equilibrados o resulten más emocionantes, empezando desde la primera campaña, y con una flexibilidad sin precedentes para Mercury Steam.

Finalmente están todas esas mecánicas que añaden tanto el toque especial ocasional como otra razón para engancharse. Hablamos de cosas como el elaborado sistema de combate cuerpo a cuerpo, que incluye contras, agarres, esquivas y la búsqueda constante del momento y la distancia justas para propinar el ataque correcto y derribar al oponente de un solo combo. Y esto también tiene su porqué: a no ser que optes por usar puños y piernas, no sacarás ni munición ni energía de tus bajas.

Si sigues tirando del hilo encuentras un sistema de cobertura orgánica automática (sin pulsar botones) o la necesidad de aprender algunas técnicas de sigilo. Aunque el tutorial lo sugiere, no habrá secciones silenciosas prolongadas a lo Metal Gear, pero como mantenerse oculto y colarse por el mapa suele ser recomendado, pronto aprenderás a aprovechar el silencio y el escondite. La energía Aleph es vital, y tiene un efecto distinto sobre las habilidades estándar y especiales de cada personaje dependiendo de su facción. Hay naturalmente loadouts específicas de combatientes, así como roles, skins, armas, talentos... hasta existe un sistema de cartas relacionado con la progresión del personaje, distintas recompensas con oro in-game, e incluso una Liga de los Antagonistas para que presuman y compitan los jugadores solitarios más pro. Sin olvidar los eventos temporales que cambiarán las reglas y los escenarios de cada misión...

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Los jefes finales y las escenas de corte cinematográficas forman parte de la experiencia de este shooter multijugador.

¿Demasiado? Ya te lo decíamos, pero lo bueno es que se siente natural y directo, de verdad. Mucha culpa la tiene una interfaz bastante inteligente y limpia tanto en los menúes como en las partidas, incluyendo una idea genial para la pantalla de matchmaking. Con todo esto en mente, es indispensable que claven eventualmente el equilibrio y la fluidez pero, a priori, parece que tienen los medios para conseguirlo con el tiempo.

A juzgar por lo que recogimos durante nuestro tiempo (tanto hands-on como hands-off) en Mercury Steam, todo indica que Raiders of the Broken Planet podría tener efectivamente lo que hay que tener para hacerse un hueco en un espacio tan abarrotado y competitivo como el género shooter. Tiene personalidad, un sistema de progresión aparentemente profundo y adictivo, mecánicas chulas y una propuesta de juego variada y tensa que propone por ahora un desafío considerable. Pero por encima de todo resulta algo valiente, original y flexible, y todos sabemos la importancia de estos factores para que un nuevo aspirante triunfe.

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