Rainbow Six: Siege - impresiones alfa

Rainbow Six: Siege cerró de manera brillante la conferencia de Ubisoft del pasado E3 2014. Los escenarios parecían un elemento clave en la estrategia; cualquier pared podía ser derribada. Ahora, diez meses después, los franceses se han decidido a darle el primer empujón al juego con una versión de pruebas alfa cerrada para obtener el primer 'feedback' de la audiencia. Gamereactor ha tenido acceso a dicho contenido y resumimos a continuación las primeras valoraciones de la experiencia.

El juego se divide en dos bandos bien diferenciados: ataque y defensa. Primero, se elige el lugar desde el que se va a acceder/proteger el recinto. Las partidas, establecidas en 6 rondas, cuentan con medio minuto de preparación previa para ambos equipos. Durante este tiempo, unos se dedican a fortificar la estancia con el rehén y otros se dedican a recorrer el escenario en busca del secuestrado sirviéndose de pequeños 'droides' por control remoto. Tras cada ronda, se intercambian los papeles.

Al igual que en títulos parecidos de inserción, como por ejemplo Swat, la muerte es permanente hasta que termina el asalto. Con esto se consigue que los jugadores piensen mucho más sus pasos. Rainbow Six: Siege no es un 'shooter' de gatillo fácil, pues disparar implica revelar tu posición y aquí, más que nunca, la información es poder. Cada ronda es una pequeña partida de ajedrez en la que los equipos posicionan sus piezas. Las cámaras de vigilancia son un aliado útil y un terrible enemigo dependiendo de cada bando. Los refuerzos en las paredes evitan sorpresas, principalmente las balas que atraviesan muros (aunque estos refuerzos no aguantan para siempre), mientras que los explosivos remotos pueden decantar una partida en el momento clave.

A diferencia de Battlefield: Hardline, donde contar con un buen conductor o un jugador ágil en el disparo es suficiente, aquí la comunicación es clave. Hay que coordinar cada inserción, medir los tiempos y cubrirse las espaldas mutuamente. Hacerse el héroe suele acabar mal. Rainbow Six: Siege recuerda a juegos de disparos en primera persona más parecidos a Evolve, done el equipo que mejor se coordine será el vencedor casi siempre.

La Alpha habilita únicamente el modo competitivo y ofrece 2 escenarios distintos y 10 personajes seleccionables. En ambas localizaciones las partidas se basan en salvar al rehén y hay fuego amigo. Cada inserción suele durar alrededor de 5 minutos máximo y en casi todas hay bajas. Por desgracia, no hemos tenido la suerte de encontrar equipos que se decanten por exprimir la comunicación en el chat de voz, algo con lo que presumiblemente el juego brille en todo su esplendor.

Pese a estar ante un contenido con muchas asperezas aún por pulir, técnicamente el juego fluye a 60FPS estables con 1080 píxeles de alto. En cuanto a las especificaciones, el juego pide equipos con tarjetas similares o superiores a la gamma GeForce GTX 670 y memoria RAM de 8 GB. Respecto al procesador, sería conveniente contar con CPU que ronden un Intel Core i5-25000K a 3.3GHz. Respecto a la conexión de banda ancha, se recomienda tener 512Kbps de bajada y 256Kbps de subida.

Volviendo al juego, podríamos resumir el primer contacto como positivo. Si bien no supone una evolución notable del género, sí que requiere tomarse las cosas de otra manera. El escenario te pide que juegues con él, las paredes ya no son muros infranqueables y la preparación previa a cada misión es esencial. Hay mil 'gadgets' que descubrir: muros de refuerzo, muros móviles, inhibidores de explosivos, rastreadores de latidos de corazón, martillos que derriban paredes y un largo etcétera. Las ganas de descubrir el resto de modos disponibles y todas las localizaciones no han hecho más que aumentar.

A continuación, unas cuantas capturas más del juego.