Vuelves con los chavales del cine, enciendes la Wii del salón y Rango: El Videojuego empieza realmente bien. Todo el sabor western se despliega en pantalla, siempre desde la visión lagarta o camaleónica de sus personajes.
Para vuestro agrado, la historia se diferencia de la del film, embarcando a Rango en una nueva serie de misiones para proteger el pueblo de Dirt. La trama se cuenta de una forma bastante original para estos juegos, con el protagonista en el saloon narrando nueve días de aventuras ya pasadas. No faltan los constantes y también originales chistes, y las escenas pregrabadas son de alta calidad, con voces en castellano y con momentos que homenajean al cine mudo.
Ya en juego, el mundo polvoriento donde jugará el héroe está construido con bonitos y sólidos escenarios, por encima de lo esperado y de la media en estas adaptaciones peliculeras. El acabado en Wii es decente, con muchos elementos y efectos de profundidad que consiguen un conjunto muy agradable. Sin embargo, a la hora de explorar la zona, el juego presenta su primera limitación: empuja demasiado al jugador. Creo que a los chicos les gusta probar, intentar descubrir... pero la mayor parte del recorrido es angosto y cerrado, ya sea por barreras físicas o invisibles. No deja dar una vuelta y, quizás peor, algunos saltos no son muy evidentes, dificultando discernir si una plataforma forma parte del juego o del decorado. Algunos tirones de cámara se suman a esta incomodidad.
Una vez asumido el asunto de ir "palante" sin pensar más, las secciones de plataformas parecen variadas y pronto se combinan con otra idea interesante: como estamos en el Oeste, no podían faltar los tiroteos. Los cuatro o cinco primeros son divertidos, apuntando con el mando de Wii y disparando a los enemigos desde la cobertura. En estas escenas, el juego fija a Rango en una posición y el jugador se limita a cubrirse, recargar, recoger ítems y disparar... es muy parecido a una recreativa de pistola, pero pronto pierde la gracia y te deja de apetecer que te corten el ritmo. Cuando llevas diez tiroteos, jefes finales incluidos, este tipo de secuencias se repiten hasta la saciedad, sin ninguna gracia añadida y con oleadas de enemigos calcadas a las anteriores. No sirven las acciones interactivas con el escenario ni los ligeros cambios de situación, así que lo que podía hacer destacar realmente a este juego (plataformas mezcladas con tiroteos con puntero) dura poco y sabe a poco.
Es mucho más divertido cuando disparas y saltas desde el correcaminos, y podrían haber explotado esa idea algo más. Cuando todo empieza a repetirse, por mucho que los niveles vayan cambiando (hay alguna zona intricada, con interesantes escaladas), sólo queda la historia para sacar algo del juego. No hay puzles, no hay exploración, no hay más libertad en los tiroteos, pero la ingeniosa estructura de relatos sigue ahí, capaz de atrapar a pequeños y mayores aunque no estén muy contentos con las plataformas. ¿Qué pasará con esas extrañas piedras verdes extraterrestres? Rango tiene que imitar a Mulder para descubrirlo.
Pasarás por minas, cañones, un tren, interiores habitados por humanos (alguno se acordará aquí del original Deadly Creatures)... pero no hay mucho más, pues además la versión de Wii está algo recortada respecto a las adaptaciones HD, una decisión muy torpe considerando cómo podría funcionar entre la audiencia infantil y el acierto del Wiimote para disparar. Aún así, si tus chavales se han "emperrado" con la peli, no les decepcionará del todo esta adaptación. No es un juego brillante y es bastante corto, pero tiene ideas divertidas, muchas tonterías al estilo del film y está a precio algo recortado.