Para esta crítica usamos como base un bajo eléctrico. Pero aunque solo te interese la guitarra principal de una banda, sigue leyendo. Las impresiones son las mismas, independientemente de tu instrumento preferido.
El Rocksmith original fue un decente intento por enseñar a los aspirantes a músicos los entresijos de la guitarra. Donde se quedó corto fue en la presentación, con una enredada interfaz de usuario que se retorcía innecesariamente y fracasaba a la hora de dirigirte hacia lo que debías aprender para poder avanzar. Aparte de esto, encontramos una serie de problemas menores.
Para la continuación, el equipo de desarrollo ha trabajado duro para corregir los problemas y limpiar la IU, de modo que ahora ha quedado resplandeciente con el toque moderno y accesible de un iPhone 5. Una guía de gran ayuda va dejando miguitas de pan de las secciones más útiles desde el principio, y puliendo tus pasos en base a cómo has ido actuando. Ahora se parece mucho más a un profesor (listo) digital.
Las lecciones son muy completas y abarcan desde ponerte la guitarra con la correa y sujetar el instrumento correctamente hasta cambiar las cuerdas y comprar amplis. Entre medias hay una larga lista de técnicas por aprender, con un vídeo que se reproduce al principio para enseñarte los movimientos de las manos, luego un tutorial in-game y finalmente tu práctica. Y echa el freno cuando te ve apurado. De forma parecida a cuando aprendes una canción, Rocksmith 'escuchará' tu actuación y sugerirá tres lecciones a medida para mejorar el tema que estás tocando. Con una carga prácticamente nula, se puede saltar entre secciones sin ningún problema, lo que te permite centrarte en lo que más importa.
El juego te irá orientando también hacia el Guitarcade, la lista extendida de minijuegos de Rocksmith que también ayuda a ejercitar la memoria y el oído. Los juegos se basan en las recreativas de los años 80 y la calidad es dispar, pero hacen un buen trabajo convirtiendo la aridez de algunas lecciones en divertidos objetivos de juego que requieren dominar las técnicas para alcanzar las máximas puntuaciones de los rankings. Nuestro favorito se llama Scale Warriors, un beat 'em up de desarrollo lateral que va poniendo enemigos sobre un suelo de diferentes trastes y cuerdas, permitiéndote ejecutar ataques combo para mayor puntuación si tocas los acordes correctos en orden.
La lista de canciones es buena, las varias formas de ordenarla está genial, pero a no ser que tus gustos sean radicalmente eclécticos, puede que las canciones que volverías a tocar se cuenten con los dedos de una mano. Al menos te deja probar y conocer diferentes estilos.
Rocksmith 2014 no es perfecto. Hace lo que puede para asombrar con las técnicas, se lo toma con calma. Pero pronto las lecciones se irán inclinando hacia una terminología que te sonará a chino (o que buscarás en una Wiki). Del mismo modo, algunos de los vídeos de las lecciones no se detienen lo suficiente ni colocan mejor el ángulo de cámara para enseñar la posición de las manos. Vimos varias veces el vídeo de los Ligados Ascendentes y Pull-Off y aun así no fuimos capaces de averiguar cómo colocar nuestros dedos correctamente. Un profesor virtual no puede cogértelos y recolocarlos como es debido.
Algunas técnicas se tomaban por válidas cuando las estábamos esquivando adrede; en el palm muting hay que poner la mano sobre las cuerdas mientras tocas. Cuando lo probamos, fallamos en las prácticas. Luego jugamos sin usar la técnica y el juego nos aprobó. Como el equipo de desarrollo ha explicado, hay un límite en la precisión con la que pueden medir y entrenar a los jugadores.
Esto no es un juego per se. Hay un modo multijugador, pero tampoco es un party game. Y aun así, su habilidad para enseñarte a a escuchar cuándo tocas una nota en falso o para ponerte a tocar con una guitarra real es tan gratificante que deja a Guitar Hero y sus semejantes por los suelos. Es definitivamente una mejora respecto al original. El grupo (de desarrolladores de Ubisoft) lo han hecho bien.