Análisis de Sackboy: Una Aventura a lo Grande

De entre los grandes títulos exclusivos que Sony Interactive Entertainment dijo que sacaría al mercado junto al lanzamiento de PS5, Sackboy: Una Aventura a lo Grande era de los que más ilusión me hacía. Sumo Digital iba a tomar un nuevo enfoque dentro de la queridísima franquicia de Little Big Planet, renovando las bases sobre las que se asienta. En general, se ha hecho un trabajo maravilloso respecto a lo que acabo de comentar, pero a veces me ha dado la sensación de que no tiene esa esencia especial y emblemática que desprendía Little Big Planet. No obstante, antes de ir al meollo de la cuestión, hablemos un poco de la trama.

Sackboy: Una Aventura a lo Grande está ambientado en el original Mundo Artesano, una tierra fantástica llena de ilusión y felicidad habitada por criaturas de lo más pintorescas y varios Sack. La aventura da el pistoletazo de salida cuando, durante un día de lo más normal y corriente, aparece a través de un portal una marioneta terrorífica, Vex, y empieza a abducir a los inocentes Sacks mientras explica que, a partir de ahora, estos serán sus esclavos, obligándoles a construir su Patasarribador. Sin embargo, el intrépido y valiente Sackboy, con las agallas propias de un héroe, logra escapar de sus garras y se embarca en una aventura a través de los llamativos reinos de Mundo Artesano con el fin de encontrar y liberar a su gente de las zarpas del malvado villano. Por el camino, Sackboy se dará cuenta de que quizá tiene las aptitudes necesarias para convertirse en uno de los legendarios defensores de Mundo Artesano, un Caballero de la Puntada.

A diferencia del típico Little Big Planet, este no está en 2,5D, sino en 3D, pero conserva mayormente el alma de un título de plataformas. Si esperas encontrarte con otro juego en el que puedes pasarte horas diseñando tu propio nivel y plantándole bombas por todos lados, estás en el lugar equivocado. Esta vez, Sackboy se parece más a un Mario que a sus predecesores.

Sin embargo, esto no significa que no sigan teniendo un montón de cosas en común, pues todos los lugares y personajes con los que te topas parecen que están diseñados en un taller artesano, con cachitos de materiales distintos pegados entre sí. Ya sea en The Interstellar Junction o en The Kingdom of Crablantis, vayas a donde vayas te verás abrumado por esa esencia encantadora y única de Little Big Planet que nos enamoró a todos hace ya 12 años. Aquí, Sumo Digital ha volado por los aires todas las expectativas que teníamos, en serio, hagas lo que hagas o vayas a donde vayas todo es de lo más adorable y cuqui.

Dicho esto, la mayoría de las tareas que tienes que hacer giran en torno a interactuar con el escenario y a resolver puzles que tienen que ver con este. Normalmente se basan en no parar de moverte, por lo que tendrás que armarte de agilidad para superarlos, ya sean desafíos en los que tienes que superar a saltos la zona o combatir contra algún villano. Eso sí, los días de resolver un puzle poniendo pegatinas se han esfumado.

Sackboy sigue siendo un título apto para todos los públicos y es muy fácil pillarle la maña a sus combates y plataformas. Los movimientos son un poco limitados, ya que se basan en saltar, agarrar y dar tortazos, por lo que hay muy poco que perfeccionar con las horas, solo unas cuantas herramientas como un gancho o un boomerang de tres puntas. En los combates tendrás que golpear a los enemigos dos veces para derrotarlos, y, de la misma manera, si te dan dos veces volverás al último punto de control. No obstante, es muy fácil pillarles el truquillo a los enemigos, ya que sus ataques acaban siendo predecibles y, tomándote tu tiempo, puedes derrotarlo sin sudar mucho.

En cambio, tendremos que esforzarnos más con los jefes finales, básicamente porque estás mucho más expuesto a recibir daño y no bastará solo con un par de golpes para mandarlos a dormir. No me voy a explayar mucho en este tema para así no desvelar nada de la historia y puedas verlo por ti mismo, pero debéis saber que en cada batalla de jefe final tendrás que hacerte con unas mecánicas distintas y aprendértelas para derrotarlo.

El título no nos ofrece solo la historia principal, sino que cada nivel también tiene un porrón de objetos coleccionables y actividades secundarias. Hay un montón de cosas que siempre te mantendrán ocupado, ya sea hacerte con todos los artículos estéticos o completar un nivel sin morir y batiendo todos sus récords. El mayor problema que genera esto es que se acaba convirtiendo en un bucle en el que vas nivel por nivel buscando las mismas cosas, así que acaba siendo un tanto repetitivo.

También podrás desbloquear niveles adicionales en los que enfrentarte a más desafíos, aparte de poder así conseguir más artículos. Estos niveles pueden ir desde experiencias cooperativas (que, como aún no está en el mercado, no hemos podido probar por ahora) hasta las exigentes Pruebas del Caballero de la Puntada, donde pondremos al límite nuestras habilidades en zonas con plataformas más complicadas. Estas últimas son pruebas contrarreloj en las que tendrás que llegar lo más rápido que puedas al final para conseguir la máxima puntuación posible y, así, hacerte con mejores recompensas. Hacedme caso, os dejarán con agujetas en los dedos.

Sackboy cuenta con dos tipos de divisas. Una son los Orbes que te irás encontrando a lo largo de los niveles, necesarios para desbloquear las batallas finales de cada mundo antes de poder volar a otro distinto. La segunda son los Collectabells, que sirven para comprarle a Sackboy nuevos atuendos, materiales para su piel de punto y expresiones faciales, y, para adquirirlos, tendrás que hacerle una visita a Zom-Zom en su tienda, ya que la clásica burbuja donde teníamos todo el inventario ha pasado a mejor vida.

La banda sonora de Little Big Planet siempre ha sido maravillosa, y no iba a ser menos en este título, pero esta vez se ha enfocado de manera distinta, ya que algunos niveles cuentan con temas especiales para ellos que van avanzando a la par que el muñeco de punto progresa por el nivel. Sin embargo, estas canciones no son simples composiciones sin letra, sino que son temas que todo el mundo conoce, como por ejemplo Uptown Funk o alguna canción de David Bowie, que junto a la manera en la que las han integrado en el juego, hacen que te sumerjas al 100 % en los niveles.

Como no, no podíamos olvidarnos del DualSense, que otra vez vuelve a demostrar de lo que su tecnología háptica es capaz, además de contar también con sonidos que salen directamente del mando. Personalmente, he de decir que no he sentido mucho, o nada, el cambio con los gatillos adaptables, pero la nueva vibración del mando que trae consigo la nueva generación hace sin duda que Mundo Artesano esté más vivo que nunca, algo que se potencia al máximo gracias al hardware de PS5, ofreciéndonos una experiencia gráfica alucinante a 4K.

También tengo que decir que me he pasado muchas horas pegado al televisor con Sackboy: Una Aventura a lo Grande, y, aunque nunca me haya llegado a aburrir, sí es cierto que a veces me sentía un poco perdido. La manera de jugar es fácil y sencilla, apta para todos los públicos, y la trama, la banda sonora y el diseño del mundo son espectaculares, como era de esperar. ¿Hay cosas que me hubiera gustado ver de nuevo? Sí, sin duda, pero, ¿me ha dado esperanzas de que la franquicia tenga un futuro brillante con Sackboy al mando de la nave? Por supuesto que sí, lo ha hecho.