Análisis de Sam & Max Save the World Remastered

En 2006 salió al mercado un título del que mucha gente se enamoró, además de ser el que dio el pistoletazo de salida a una generación de obras similares, y todas provenientes del ya desaparecido estudio Telltale Games. Hablo de Sam & Max Save the World, una aventura interactiva con una gran carga narrativa protagonizada por Sam, un perro detective antropomorfo, y por Max, una "cosa conejil hiperquinética". El videojuego estaba escrito de manera brillante y hacía que te rieses a carcajadas de principio a fin, por lo que poco después de su salida pudimos ver otra entrega, y Telltale encontró en este boom la motivación necesaria para seguir creando juegos del estilo. Con Sam & Max Save the World Remastered la ya emblemática aventura está de vuelta, esta vez desarrollada y remasterizada por Skunksape Games, y no solo se adapta a los nuevos tiempos, sino que cuenta con el visto bueno del creador, Sam Purcell.

Así que, ¿qué nos ofrece esta buena remasterización del clásico título detectivesco? Bueno, pues todo lo que venía en él en un principio junto a un apartado gráfico actualizado, soporte para pantalla panorámica, la posibilidad de jugarlo con mando y cinco nuevos temas musicales. Básicamente, tienes los seis episodios del original disponibles desde en día de lanzamiento, por lo que no tendrás que esperar a que vayan saliendo por meses, como en muchos juegos de Telltale. Todo esto significa que, por 19,99 €, tendrás en tus manos una fiel remasterización de una obra de 2006 adaptada para jugarse como un título de hoy en día y para que luzca como tal.

Poniendo a un lado las mejoras gráficas y el poco contenido adicional que viene con la remasterización, se trata principalmente del mismo videojuego que era hace 14 años. Esto puede ser una gran noticia para los más nostálgicos que pudieron disfrutar del videojuego sabiendo a lo que se enfrentaban, al primer título centrado en la narrativa de Telltale, pero el público que no lo conoce seguramente notará los años con los que carga la obra. Sí, los gráficos se ven de maravilla, pero la experiencia de juego y el humor se sienten anticuados, algo que ya es común hoy en día en las tantas remasterizaciones que optan por la fidelidad.

El caso es que, comparado con muchos de los últimos proyectos de Telltale (y con últimos abarco esta última década), Sam & Max Save the World Remastered confía tanto en el humor que a veces falla a la hora de conectar con el jugador en los tiempos que corren. En algunos momentos el título es capaz de arrancarte una carcajada con alguna broma que sigue haciendo gracia a día de hoy (y, por muy raro que parezca, las que lo hacen suelen estar relacionadas con la política), pero su esencia principal ya no consigue despertar las mismas emociones que en 2006. Eso sí, quiero recalcar que esto es algo que se ve mucho últimamente en las remasterizaciones y en los remakes, por ejemplo, el de Destroy All Humans sigue por los mismos derroteros.

Respecto al juego en sí mismo, si ya has podido disfrutar de alguna de las últimas obras de Telltale como Batman: The Enemy Within, The Wolf Among Us o The Walking Dead, sabrás ya que el estudio va sobrado de talento a la hora de escribir historias profundas y apasionantes combinadas con una manera muy interesante de interactuar con lo que te rodea. En la remasterización que nos ofrece Skunksape me llegué a cansar de mantener conversaciones y de explorar, porque todo esto ya no engancha tanto como solía hacer. No quiero dejar de recordar que fue uno de los primeros en traer todo esto al sector, algo muy meritorio y por lo que se merece ser recordado, pero no quita que ya no pueda competir contra los lanzamientos actuales.

Después de haber dicho todo esto, cabe apuntar que sigue siendo un título que se disfruta jugando. Los controles funcionan a la perfección y se ve muy bien teniendo en cuenta que ya tiene unos cuantos años a sus espaldas. Casi todo el rato te pasarás el tiempo interactuando con objetos para investigar qué pintan en ese lugar, además cuenta con una narrativa ramificada, por lo que no hay mucho en lo que podrían haber metido la pata, pero sí hay unas cuantas cosas que podrían haber mejorado un poco.

Por ejemplo, el hecho de que tengas que escuchar las mismas palabras una y otra vez sin parar hasta que consigues el resultado que querías para seguir avanzando en la historia puede ser algo muy estresante. Los relatos ramificados de los videojuegos actuales se las apañan para ofrecerte distintas opciones que terminarán desembocando en una conclusión similar, lo que significa que, elijas lo que elijas, la historia seguirá hacia delante; pues eso no ocurre en este título. De la misma manera, hay demasiadas cosas que tienes que explorar y que no tienen importancia alguna en ningún apartado del juego. Esto no es más que paja para rellenar la historia, y hace que la parte de exploración carezca de sentido.

Obviamente, los problemas que acabo de mencionar ya estaban en la versión de 2006, pero siguen estando en la remasterización y, sabiendo a lo que estamos acostumbrados hoy en día, no puedo hacer la vista gorda con ellos. Dejando todo esto a un lado, Tanto Sam y Max como gran parte los personajes siguen siendo súper divertidos, y, aunque ya hayan pasado 14 años, siguen siendo unas de las figuras más emblemáticas de la industria. Si a esto le sumas una gran banda sonora, que está repleta de canciones de jazz típicas de cualquier serie o película de detectives, el resultado es un mundo muy divertido en el que sumergirte.

En términos generales, Sam & Max Save the World Remastered es una muy buena remasterización de un clásico. Todo aquel que no haya tenido la oportunidad de jugarlo, sin duda disfrutará de las risas y estupideces que ofrece este título, pero si lo que buscas es una versión muy modernizada respecto a la versión de 2006, estás en el lugar equivocado. Sí, a la hora de jugar se ve y funciona genial, pero la narrativa y el diseño del juego ya muestran signos de envejecimiento, algo que es difícil de pasar por alto, aunque estén al mando unos personajes tan atemporales y carismáticos como Sam y Max.