Super Mario 3D World - impresiones primeros mundos

Si a Miyamoto, Koizumi y compañía no se les hubiera 'ido la olla' con el viaje espacial, nadie pediría épica, meteoritos 'space opera' y un gran paso para la humanidad en el primer Super Mario en 3D y en HD. Pediríamos la explosión tridimensional de las mejores ideas de toda la serie. Los mejores objetos y trajes, los mejores diseños de niveles de perfil o en profundidad... hasta pediríamos que lo que se convirtió en el gancho más universal y divertido de la subserie New! se hiciera realidad en la tercera dimensión: el multijugador. Todo eso es lo que va a intentar la nueva aventura del bigotes y sus amigos en Wii U a partir del 29 de noviembre, como la mayor apuesta de la consola para las navidades más apretadas. Cuando te pones a los mandos lo entiendes, recuerdas de qué va Mario, pones sus zapatos en la tierra y dejas la carrera espacial para otro año.

Es justo lo que hicimos el otro día en el showroom de Nintendo: jugar tranquilamente a los dos primeros mundos de una versión del juego muy avanzada y ya muy sólida (esperable dadas las fechas y el estudio encargado). El tiempo de juego no fue suficiente para disfrutar al máximo todos los niveles, y además invertimos un buen rato en detectar las diferencias para contároslas a los marianos más puristas. La cata nos ha dejado con la miel en los labios, encantados.

Un estilo propio

Al grano: Mario y Luigi hacen de fontaneros por primera vez en muchos años, empleando sus flamantes martillos rojo y verde sobre una extraña tubería transparente. De ahí sale Bowser, que, cómo no... secuestra a la princesa. Pero no a Peach, que mira estupefacta acompañada de un Toad, sino a una princesita verde que acaba raptada en un frasco. Peach, quizá un poco celosilla, se lanza la primera al rescate de la pequeña damisela en peligro, seguida de un Mario que no le quita ojo, por si acaso, de Toad y del que lleva todo el año siendo el prota y vuelve a la cola: Luigi. Los cuatro se transportan por una tubería que parece sacada de Futurama al primer '3D World' que pueden explorar juntos. Y esto es lo único que te hace falta saber de la historia: ahora sois cuatro, ahora el mundo es 3D.

La constante insistencia en el eje Z se recrea ya en los mapas de mundo, por fin y por primera vez completamente explorables. Mario da saltitos minúsculos y puede corretear por ellos en busca de secretos, accesos y monedas. El stick derecho, como luego dentro de los niveles (donde también puedes inclinar el GamePad), permite girar la cámara. Esta es la primera y bienvenida gran diferencia.

La segunda se nota en el comportamiento y manejo de Mario y compañía sobre el verdadero terreno de juego, dentro de los mundos. Lo primero que parece es que Mario corre menos y salta más de lo normal en sus aventuras 3D. Como en el juego de 3DS, hay que pulsar un botón para correr más allá de lo que da el stick, y luego sorprende que, cuando llevas un par de segundos, se activa un turbo con el que el personaje echa humo hasta que frenas o haces un giro brusco. Es una de las técnicas a controlar, pues a veces interesa mantener el impulso y otras no tanto. Parece que nos acostumbramos en la primera hora a este cambio, y está bien que nuevas mecánicas deriven en nuevas posibilidades o acrobacias.

Vuelven saltos clásicos como el lateral (tirando del stick bruscamente hacia el lado contrario), el trasero o el de longitud, este último también acompañado del salto-golpe tan chulo que Mario estrenó en 3D Land (correr+agacharse+golpe+salto). Como novedad descubrimos un nuevo brinco de gran altura y con tirabuzón que se realiza pulsando salto justo después de caer de culo. El útil giro en el aire de los Galaxy, lógicamente con tal repertorio, desaparece.

Lo de la menor velocidad pronto se compensa con el turbo, pero también notamos que lo han hecho para marcar bien las diferencias entre los cuatro personajes. Jugando con Toad, la seta con nombre de sapo corre a una mayor velocidad, propia del propio Mario en otras aventuras. Peach planea, Luigi pedalea para saltar más.

Finalmente en cuanto al rendimiento del personaje en pantalla descubrimos unas animaciones con muchos más marcos, ideales para el nuevo mundo 3D y HD. Mario (o el que lleves) se fija atentamente en los objetos de interés inclinando el cráneo y moviendo los ojos cual Toon Link, cabecea y gesticula, enfatiza la inercia, pero todo con la aparente intención de detallar un movimiento tan dinámico, no por cuestiones de lujo.

Es gato y araña

Los primeros niveles son, como siempre, bastante introductorios, ideales como el campo de pruebas que necesitábamos para estudiar el nuevo estilo. También para probar nuevos objetos como el gran protagonista, el cascabel, que convierte al fontanero en Mario Felino y pone una cola al título del juego. A veces lo sacamos de un bloque, otras se lo quitamos a un monísimo y peludo gato-goomba.

Como los mundos crecen en profundidad y en altura, el traje de gato es muy solicitado para poder escalar muros y acceder a secretos, o para atacar a los enemigos desde la mayor seguridad del aire, sin acercarse por el suelo. Y si esto ocurre, el zarpazo los suele mantener a raya, algo imposible con el mono de trabajo. También necesita un tiempo de aprendizaje para medir tiempos y distancias, pero por el momento parece un interesante añadido al enorme armario de Mario.

El traje de felino fue de especial ayuda en la primera batalla contra Bowser, pues como buen lindo gatito, el personaje que lo lleva juega mucho mejor con unas pelotas que también son novedad en esta entrega. Las de béisbol son más inofensivas, pero los balones de fútbol parecen sacados de Inazuma Eleven, pues son explosivos y hay que golpearlos en el momento justo para que derriben muros o impacten sobre el nuevo cochazo del archienemigo. También se pueden chutar con las botas normales, pero con la garra es más fácil acertar y nadie pitará mano.

El mayor 'Greatest Hits' para los fans

Durante nuestra partida notamos que el juego empieza a arrancar de verdad a mitad del segundo mundo, algo que también te recuerda el límite de tiempo en la cuenta atrás. Hasta entonces hay pistas de lo que han inventado los talentos del EAD Tokyo, pero la locura estalla en los últimos niveles del desierto. Antes nos sorprendieron los nuevos mundos de estilo circense, los enrevesados subterráneos en los que la cámara gira constantemente y una relajante carrera sobre el dinosaurio Plesie que recordaba a los nados y vuelos de los Galaxy.

Además, todavía queda por comprobar si el multijugador puede funcionar tan bien en 3D como en, por ejemplo, New Super Mario Bros. U en 2D. La verdad es que los niveles parecen dar de sí y los jugadores quizá no se entorpezcan tanto como en la otra rama de la serie, al contar con más espacio. Mira cómo había que ir resolviendo un nivel en co-op en esta partida que grabamos durante nuestra sesión. El mundo 1-5 es el primero sacado de un circo:

Los otros dos clips provienen de niveles del desierto, donde disfrutamos de los nuevos pajarracos cuellilargos y de las plantas piraña en maceta, súper útiles. Los niveles, en general, van dejando una mayor sensación de patio de recreo que en cualquier otra entrega, con unos escenarios mucho más animados y con más cosas para jugar. Los fuimos abriendo a base de coleccionar estrellas verdes (sustituyen a las monedas-estrella), mientras también buscábamos sellos ocultos para estampar en una colección.

Cuando comenzó a desatarse esa locura, empezamos a ver cuantísimo homenaje y guiño habíamos contemplado en apenas dos horas de juego. Cuantísimas cosas quedarán por hacer en el juego completo (en el que esperamos un contenido a la altura de 3D Land, como poco).

La que se lía con cuatro jugadores utilizando varios ítemes y algunos con sus personajes multiplicados por dos, tres y más con el nuevo objeto cereza, con todo el resto de la acción en pantalla, es para gritar de la emoción. Vimos secciones desde perspectiva isométrica en las que bolas de fuego rebotaban y se mezclaban con balas y enemigos. Jefes que tienen el punto débil en el GamePad. Monedas, monedas, monedas y... ¡pilas de monedas por primera vez! Personajes clonados varias veces que forman fila contra la pared para no confundirse. Cantidad de bloques POW, bloques secretos, explosiones. Corona para el que lo ha hecho mejor. Mucha más trompeta, mucho más jazz, guitarra eléctrica para Bowser. Bonus con la música de Super Mario Bros. 2, muertes con el sonido de Super Mario Bros. 3. Y es solo el principio.

¿Desconfianza? ¡Miau!

Decía encantado. De mi primera partida jugando tranquilamente a Super Mario 3D World no he salido tan alucinado como cuando probé por primera vez Galaxy, pero sí con la sensación de que este juego va a ser más Mario y más divertido, una diversión que además podré multiplicar en compañía, como ya es tradición en mi salón desde que existen los New! ¿Y no es eso lo que más importa a la larga?