Análisis de Tearaway

Con Little Big Planet 1 & 2, Media Molecule se forjaron una reputación como juguetones diseñadores de juegos capaces de crear obras con la misma profundidad infantil o familiar que cabe esperar de las mejores producciones de Disney-Pixar. Tearaway se construye sobre algunas de las características y fundamentos de diseño que quedaron establecidos con Little Big Planet.

Como es típico en los videojuegos hay cierto juego de roles, pero no en el sentido habitual de este medio. No personificas a un personaje, sino que juegas como tú mismo. Nuestro mundo (o "el mundo vuestro", como el narrador lo define apropiadamente) tiene ahora un puente tendido con otro emocionante mundo hecho de papel, y el jugador tiene la responsabilidad de cerrar este puente y restablecer el equilibrio entre ambos mundos.

Por eso es por lo que Tearaway emplea la cámara frontal de PS Vita para filmar constantemente tu cara. El resultado es que tú, el jugador, terminas directamente implicado en la historia, y debes usar este puente entre ambos mundos para ayudar al cartero Iota en su camino. Resulta que Iota tiene un mensaje que entregar, un mensaje sólo para ti, y esta es la premisa central del juego.

Es una idea muy sencilla, pero cubierta en todo momento con el inconfundible encanto de Media Molecule. En este mundo abierto hecho de papel e inspirado en sus diversos usos y formas, existen cantidad de actividades secundarias, pero ni Iota ni el universo papirofléxico de Tearaway cuentan con ningún tipo de explicación ni trasfondo. Ni lo necesitan.

Todo tiene que ver con el arte del 'papercrafting'. Como concepto visual para un videojuego, resulta muy llamativo y diferenciador, y consigue ser el aspecto más sorprendente de la aventura de principio a fin.

Todo está hecho de papel y cartón, dotando al universo de una sensación frágil y esponjosa, mientras que no deja de invitar a la interacción. El papel se dobla y pliega, mientras que los ruidos de papeles cuando se arrugan, cortan, rozan, rajan y demás dominan todo el paisaje sonoro de Tearaway.

Los controles alternativos de la portátil de Sony son el centro de la interacción con el mundo de Tearaway. Hay controles básicos para sortear plataformas, como saltar, rodar, una cámara ajustable o un mundo en 3D, pero todas las demás mecánicas que separan a Tearaway de otros títulos de plataformas abiertas aprovechan las muchas formas alternativas de 'input' de la PlayStation Vita.

Puedes usar la zona 'touchpad' táctil trasera para golpear a tus enemigos con los dedos, pintar y cortar sobre la pantalla táctil o usar el sensor giroscópico para sacar fotos con la cámara in-game. Todos y cada uno de los mecanismos "raros" de juego en Tearaway están tan bien diseñados y son tan precisos que, por primera vez, es realmente divertido inclinar la consola, usar la cámara y tocar en las dos zonas en un juego de primera línea de PS Vita.

Pese a la estructura de mundo abierto, Tearaway sigue siendo una experiencia bastante lineal. Cada entorno cuenta con una serie de objetos coleccionables, lo que alienta al jugador a volver a explorar las áreas una vez más tras desbloquear todas las habilidades de Iota. En general es un juego genial que te va dando constantemente nuevas habilidades con las que experimentar, pero si bien reconocemos que Tearaway es algo muy especial, también se puede identificar como una experiencia portátil bastante corta.

Pero la brevedad puede ser una pega menor si se tiene en cuenta que es un viaje único que exhibe con elegancia de las posibilidades diferenciadoras de PS Vita, como la cámara que te captura, los dedos dentro del mundo de juego o la zona trasera para crear tus propias decoraciones de papel. Todas son distintas, originales y encajan naturalmente con el universo montado por Media Molecule.

Tearaway es bello, está muy bien hecho, es divertido y ha conseguido conservar la alegría infantil de la creación en su diseño. Para un usuario de PS Vita, es una compra obligatoria.