The Division 2: impresiones del modo campaña solo y co-op

Ubisoft ha hablado mucho sobre las mejoras en el contenido end-game de The Division 2, y comprendimos sus razones tras probarlo durante un par de horas. Lo que no entendemos es por qué el desarrollador no ha hablado más de algunos de los otros cambios brillantes que han hecho en a nivel general. Puede que sea porque quieren sorprendernos, y lo consiguieron cuando fuimos a París a jugar las tres primeras horas de la campaña y un par de horas de contenido avanzado.

Ya compartimos nuestras impresiones del multijugador PvP y la Zona oscura, pero una de las preguntas que más escuchamos es si de verdad es posible pasarlo bien jugando en solitario. Por este mismo motivo, decidimos ir en contra de la recomendación del estudio de formar un equipo e iniciamos la campaña en solitario, y no nos arrepentimos ni un segundo.

Uno de los motivos principales para no aburrirnos es que Washington es una ciudad más viva y realista que Manhattan. Soy leyenda fue lo primero que se nos pasó por la cabeza cuando vimos a unos cuantos ciervos disfrutar de la calma mientras deambulaban comiendo trozos de hierba que había crecido entre las grietas del asfalto, aunque esta estampa se disolvió rápidamente cuando un grupo de supervivientes apareció en busca de alimento y recursos. Puede que el hecho de ver a ciervos de aspecto realista hacer su día a día y descubrir que no somos los únicos que tienen que cuidar de ellos mismos y sus necesidades no suene impresionante, pero el mundo está lleno de pequeños detalles que marcan una gran diferencia. The Division 2 no parece un videojuego, sino una representación realista de lo que realmente sería intentar sobrevivir tras una catástrofe, y hace que explorar sea mucho más divertido.

Solo jugamos las tres primeras horas de la campaña, pero en esta breve introducción quedó claro que ahora hay mucha más variedad en el mundo. No te encontrarás con los mismos villanos de siempre y su rehén arrodillado y no rebuscarás en los bolsillos del mismo cadáver una y otra vez. Podremos tomar el control de las torres de transmisión, eliminar una de las cuatro facciones hostiles de la zona, encontrarnos enemigos con propósitos muy diferentes y aunar recursos para mejorar las bases. Estas son tan solo algunas de las actividades que haremos entre misión y misión, y mientras nos podremos maravillar viendo cómo el mundo sigue avanzando sin necesidad de ser partícipes de ello.

Pero luego llegó el momento de involucrarse de lleno. Al ser el comienzo del juego, la mayoría de las misiones nos llevaban a encontrar agentes desaparecidos y activar cosas que nos ayudasen a sobrevivir. No es nada nuevo, pero puede que la variedad te sorprenda. Estas primeras misiones no solo nos presentaron nuevos enemigos como un perro robot con una torreta en la espalda, los bombarderos suicidas que ya vimos en diciembre o enemigos con lanzagranadas que no paraban de sacarnos de nuestros escondites, sino que también nos ofrecían entornos y caminos muy diversos. Uno de los mejores ejemplos es el de una misión post-juego que nos llevó hasta el Museo Nacional del Aire y el Espacio de Smithsonian. Los que hayan estado sabrán que se trata de una misión muy diversa; corres y luchas por una recreación de la luna, un auditorio, habitáculos gigantescos llenos de trasbordadores espaciales y un área exterior fascinante que ofrece diversidad visual y de juego.

Por eso nos decepciona ver que la historia y los personajes no son muy relevantes en The Division 2, el protagonista parece ser mudo y los personajes parecen dignos de película de serie B, son totalmente superficiales y tan solo sirven para decirte lo que tienes que hacer en la siguiente misión. La mayoría de las secuencias cinematográficas que vimos consistían en nuestro personaje entrando en una habitación y viendo a alguien con muchas cicatrices, gafas de sol o misceláneos que gritan "por favor, acuérdate de mí". Este alguien nos explica y razona rápidamente el por qué de la siguiente misión, nuestro personaje ni contesta y por último nos dice "a por ellos, tigre", "ve y salva la ciudad" o cualquier otra frase motivadora. Tras tres horas viendo esto una y otra vez, no podemos recordar el nombre de nadie o imaginar cuales serán sus aficiones. La buena noticia es que el juego compensa esto con creces una vez acabada la campaña.

Si alcanzamos el nivel 30 (que es el máximo en el momento del lanzamiento) desbloquearemos las especializaciones. Son tres y tienen un arma y unas habilidades específicas. El Sobreviviente es curandero y tiene una ballesta especial que dispara distintos tipos de saetas, incluyendo algunas que son bastante efectivas como minas de proximidad. El Francotirador, como su propio nombre indica, tiene un rifle muy potente de calibre 50 que causa un gran daño a distancia. Nosotros elegimos la última especialización, el Demolicionista, ya que nos atrajo mucho la idea de lanzar químicos multiusos. Nos permitió forzar a los enemigos a salir de sus escondites lanzando granadas, encapsular a gigantes en espuma inmovilizadora y otras muchas cosas útiles en diferentes escenarios. Nuestro equipo tenía dos demolicionistas, un francotirador y un superviviente. Puede que gracias a ello completásemos una misión de en un bunker federal de emergencia en tiempo récord. Los diferentes enemigos te obligan a abordar las situaciones de formas distintas, y nos sentimos importantes para el equipo cuando vimos a un enemigo caer al suelo al dispararle con la escopeta de doble cañon o cuando un gigante armado estalló en llamas junto con sus compañeros cercanos al apuntar a su cinturón de munición.

Esto último hay que tenerlo muy en cuenta en el contenido end-game, aunque no supone que vaya a ser fácil. La combinación de las distintas habilidades y armas parecía ser la clave de nuestro éxito, ya que uno de los otros equipos contaba con un jugador más lento y consiguieron acabar la misión de milagro unos veinte minutos después que nosotros. La buena noticia es que no solo podrás conseguir algunos de los mejores botines del juego mueras las veces que mueras en estas misiones end-game, también hay otras muchas formas de obtener grandes recompensas.

La mayoría de estas misiones son para dos o más jugadores (ocho en el caso de las incursiones, que llegarán unas semanas después del lanzamiento), por lo que Ubisoft ha incluido algunas actividades fáciles de completar en solitario para obtener buenas recompensas. Nos gustó mucho la de los Puntos de Control, fortalezas de las facciones en las que tienes que matar a la mayoría de los más de ocho enemigos que hay. Luego llega una nueva horda liderada por uno o dos enemigos de élite, y en ese momento las cosas se ponen chungas. Cuando intentamos conquistar el primer Punto de Control morimos varias veces, pero no nos dimos por vencidos y nuestra perseverancia valió la pena. Despejar el área permite que otros supervivientes tomen el control de ella y abran un área que estaría cerrada y llena de cofres con botines. Uno de estos cofres se irá rellenando con el tiempo, tómatelo como una recompensa ilimitada por hacer de Wahington D.C. un lugar mejor.

Hasta el momento, nuestra única queja notable es que la mayoría de las actividades y misiones consisten en matar hordas de enemigos. Los nuevos rivales hacen que sea mucho más entretenido que en el original, pero nos gustaría encontrarnos con más desafíos con puzles o algo similar a los alijos del Far Cry 5. Nos han dicho que las incursiones pueden incluir secuencias que requieren coordinación entre los jugadores y retos complicados como los de Destiny, por lo que esperamos que sea cierto y que se puedan incluir también en otras partes del juego.

Andar por Washington D.C. con la naturaleza, la vida silvestre y nuestros compañeros crea un ambiente que ayuda a que el mundo parezca más real y vivo, y hace que la experiencia de juego sea realmente inmersiva. Desde el último juego ubicado Manhattan, tanto las animaciones como el diseño de sonido se han llevado a otro nivel. Las mejoras también son notables en el combate, los controles son sensibles y las armas parecen estupendas. Se han añadido aspectos como una nueva facción, la de los Black Tusks, misiones más duras con recompensas mejores, incursiones y algunos otros mecanismos que cambian por completo el juego. Todo esto nos incentiva a adentrarnos en esta historia aparentemente insignificante para disfrutar de todo lo que el juego tiene que ofrecer. Solamente tenemos que ayudar a algunos supervivientes a encontrar recompensas, hacernos con un par de Puntos de Control, disparar a algún ciervo por diversión, buscar misteriosos objetos coleccionables, dar caza a todas las facciones, actualizar nuestras bases, echar alguna que otra foto con el Photo Mode, mejorar nuestros equipos y habilidades con adelanto...