En los últimos tiempos hemos hablado mucho de THQ Nordic, aunque por el momento ninguno de sus juegos ha llegado a despuntar tanto como para convertirse en un referente. Desde la compra de la quebrada compañía americana por parte de Nordic Games, han ido reciclando su catálogo poco a poco, aunque su mayores apuestas está a punto de estrenarse ahora, Darksiders III y Metro Exodus. El resto, mucha remasterizaciones y relanzamientos y alguna novedad mediana.
Pero hay más, sobre todo tras la adquisición de Koch Media/Deep Silver este mismo año. Muchísimo, ya que en la presentación de sus cuentas, han adelantado que THQ Nordic y sus ramas tiene 55 juegos en desarrollo, de los que 35 están aún sin anunciar. Ahí se incluyen franquicias de peso como Saints Row, Dead Island, Red Faction, Alone in the Dark, Kingdoms of Amalur y TimeSplitter, junto a nuevas IP como Biomutant o Generation Zero.
Inyección de capital tras inyección de capital, poco a poco se está consolidando una gran editora en el norte de Europa. Los ingresos de la compañía crecieron durante el trimestre de verano un 1.400% hasta los 139,5 millones de euros. En lo que va de año, el crecimiento de los ingresos roza el 1000%, con unos beneficios después de impuestos de más de 20 millones de euros, casi triplicando los de 2017.
El videojuego nórdico se sigue fortaleciendo, porque ya no solo son creadores, ahora también distribuidores.