Análisis de Total War: Warhammer II - La Maldición de la Costa del Vampito

Creative Assembly ha pegado un buen empujón a Total War: Warhammer II con un nuevo DLC, bien grande, que nos trae bastantes cosas: cuatro señores legendarios, una escuela de magia, un montón de unidades nuevas y un objetivo end-game para la facción de la Costa del Vampiro. Como en la expansión más reciente, Tomb Kings, a los vampiros pasados por agua les importan poco los problemas de los mortales. Su objetivo es superar a un antiguo monstruo, Amanar, que acecha en las profundidades, y así recuperar su lugar como los verdaderos dueños del mar.

Para ello, envían una tropa llena de zombis con mosquetes, cañones y cangrejos de guerra (e incluso seres más extraños) para que luchen por la infamia contra otros piratas, recojan las Piezas de Ocho para invocar a los Regimientos de Renombre, y así sucesivamente. Hay muchos cambios en la fórmula original, algunos reintroducidos de las facciones existentes y otros completamente nuevos. Como resultado, la campaña Costa del Vampiro se desarrolla como ninguna otra. Tampoco son piratas zombis alegres como los de Piratas del Caribe, así que prefieren morderte la cara que compartir una jarra de ron.

Sin entrar demasiado en los detalles de la campaña, se te da la tarea de acumular infamia con tus tareas cotidianas, como saquear aldeas, vencer a ejércitos enemigos y cosas por el estilo. ¡Existe incluso una tabla de clasificación de piratas para que puedas hacer un seguimiento de tu éxito! Cuanto más infame seas, más grandes y malvados serán los señores piratas que te busquen para vencerte en combate. Algunos son señores vampiros, como tú, pero los orcos, los enanos y los elfos oscuros también se han echado a la mar con sus propios ejércitos de élite. Al principio de la partida es mejor alejarse de esos guerreros ambulantes para no pasarte la mayor parte de la campaña lamiéndote las heridas y levantando ejércitos nuevos (de entre los muertos). También puedes mejorar tu propio barco de no-muertos con instalaciones de producción similares a la horda de los Hombres Bestia.

Otro truco interesante del libro de los nigromantes náuticos es la opción de encontrar calas piratas en los asentamientos portuarios que has conquistado en batalla. Así, en lugar de arrasar o saquear las zonas costeras, el jugador puede crear una cadena de calas ocultas que roban los recursos de sus verdaderos propietarios y los llevan directamente a tus arcas. Las calas solo pueden destruirse o perderse cuando se arrasa la ciudad o cuando otra facción de la Costa del Vampiro toma el control de la misma. Son una excelente fuente de ingresos para una facción que prefiere vagar por los mares a controlar grandes extensiones de tierra. El inicio de la campaña puede ser un poco lento, ya que solo tienes un asentamiento y/o barco con el que navegar. Con el enorme número de grupos que se desplazan en sus turnos, desearás que haya algo más que hacer en tus movimientos, más que navegar un poco más lejos en aguas abiertas.

El ejército de esta clase es muy pesado en artillería, tanto a corta como a larga distancia. Montones de pistoleros o zombis con mosquetes tienen un comienzo devastador, pero no pueden soportar una lucha prolongada. Cañones, morteros y el bombardeo masivo de la Reina Bess, con un barril lo suficientemente grande como para lanzar una necroesfinge desde él, harán pedacitos a cualquier oponente lento. Lo que le falta es una infantería cuerpo a cuerpo sólida al principio del juego y una caballería en condiciones. Un ejército de varias unidades voladoras que cuelgan de zombis bombarderos o tiradores puede apañar algunos desniveles, pero nada puede reemplazar al martillo de tu yunque con las tropas cuerpo a cuerpo atando a las unidades mientras la caballería ataca con todas sus fuerzas por la retaguardia. Todas las unidades causan terror, por lo que las tropas de baja moral pueden pasarlo realmente mal al luchar contra la aparentemente débil primera línea de la estos vampiros.

Hay una gran cantidad de unidades de temática monstruosa, desde cangrejos hasta gigantes reanimados, pasando por el Coloso Necrofex, un enorme barco zombi (de alguna manera, bípedo) que mantiene encerrada en su interior a una retorcida tripulación de no-muertos. El Coloso y su triple cañón de fuego móvil es increíblemente destructivo y, gracias a su gran estatura, puede atacar al enemigo casi desde cualquier ángulo. Sin embargo, quizás la unidad más destructiva a la par que divertida sea el nuevo Cadáver Hinchado. Esta unidad kamikaze, terriblemente hinchada, irá alegremente a por un grupo de enemigos, con un efecto devastador. Despídete de esos caros Caballeros Semigrifo; ahora solo son manchas en el fondo marino. Son vulnerables a las flechas, pero pueden ser sigilosos con la magia adecuada, así que será mejor que estés alerta antes de agrupar a tus unidades. Estas habilidades mágicas se basan mucho en eanimar o resucitar a tus zombis caídos y causar estragos en las líneas enemigas con olas, tormentas, tentáculos y un movimiento acertado de un barco fantasma por un flanco.

La Costa del Vampiro es una valiosa incorporación a Total War: Warhammer II con un nuevo tipo de campaña, una mecánica completamente novedosa y una lista de unidades que sin duda trae un par de sorpresas. Sin embargo, su dependencia excesiva de la potencia de fuego es algo de lo que los jugadores pueden sacar provecho. Dicho esto, también tienes que ser agresivo, rápido y mantener tus propias líneas a raya para que no te acribillen con disparos de mosquete (o algo peor). Está claro que en los próximos parches habrá algún tipo de balanceado, ya que, actualmente, algunas de las debilidades de la facción pueden ser demasiado fáciles de explotar en el modo multijugador. Un par de campañas de los Señores Legendarios podrían empezar con un poco más de ritmo, dado que la lucha en sí y la selección de unidades comienzan tras una larga espera.

Este ejército puede haberse sacado de las profundidades marinas, pero su pólvora sigue seca. La Costa del Vampiro se jacta de tener una campaña única y es una buena incorporación a la creciente lista de formas de jugar a Warhammer.