Análisis de Two Point Hospital para Nintendo Switch, PS4 y Xbox One

Partiendo de la base de que nos declaramos fans de ese clasicazo que es Theme Hospital y de que dejamos constancia por escrito de que nos gustó Two Point Hospital cuando se estrenó en PC, incluso antes de parches y expansiones, es una alegría que Sega y su estudio en propiedad Two Point se hayan animado a llevarlo a consolas. Porque es un género que no siempre da este paso y porque la adaptación ha superado con creces nuestras expectativas.

Tanto el original como el sucesor espiritual son juegos de gestión de hospitales. Si jugaste al original de Bullfrog Productions conoces al dedillo lo que vienes a hacer aquí. Si no, te lo resumimos como un título en el que tienes que construir, gestionar, rentabilizar y mejorar instalaciones hospitalarias en clave de humor y estrés constante. Con varios modos de juego, la cosa está entre curar enfermedades nunca vistas y mover el dinero para que no se vaya todo al traste y se hunda la reputación de la empresa.

Two Point Hospital abre con uno de los tutoriales más amables y accesibles que nos han regalados los diseñadores de videojuegos. Tienes que completar una serie de tareas para acabar la misión con una estrella dorada. Si consigues esa puntuación en tu primera clínica, abre la siguiente. Cada hospital puede acumular un máximo de tres estrellas, y conseguirlas es condición necesaria para desbloquear nuevas patologías y objetos a usar o decorar.

Todos se levantan más o menos igual. Primero hay que construir la recepción, una sala de medicina general, otra de diagnósticos clínicos y una farmacia. Ah, y dotar todas estas zonas del personal necesario. No tardarás mucho en poder empezar a investigar y a adquirir nuevas tecnologías con las que curar a estos enfermos especiales. Gravísimo era el caso de un señor que se había renderizado en píxeles 8 bits, ¡en pleno 2020! En el análisis anterior hay una explicación más detallada de estas mecánicas.

Hemos echado muchas horas para dotar a los habitantes del condado de Two Point de las mejores instalaciones sanitarias y ni un bostezo, nunca se vuelve aburrido. Es cierto que en PC hay bastantes simuladores y juegos de gestión de la escuela Theme, pero en el terreno de las consolas son mucho más escasos y cuestionables. Además, otra de las ventajas es que vienen incluidos los dos DLC que los anteriores compradores tuvieron que pagar por separado, Bigfoot y Pebberly Island.

La parte negativa de esta adaptación es que no les ha dado tiempo a incluir ni el modo Sandbox ni el modo The Superbug Initiative. No es un drama, estarán disponbiles para descargar gratis a finales de marzo.

El acabo visual es muy bueno. Los gráficos en consola relucen gracias a unas texturas nítidas y una iluminación efectiva, que saca lo mejor de ese estilo artístico tan mono, imprescindible para no tomarse demasiado en serio lo que pasa con estos enfermos. Aún más importante es la interfaz de usuario, que suele el ser el punto débil de estas conversiones, y Two Point Studios ha creado unos menús muy funcionales, con un diseño tan natural para mando que hasta parece que es el original y no un port. Para felicitarles.

Hay que hacer una última mención al audio y al guión. La radio y la megafonía interna son un canal de comunicación esencial aprovechado de una manera soberbia. Y los diálogos, los DJ y el tono general encajan a la perfección por la suma de unas líneas brillantes, una comedia acertada y las referencias culturales enriquecedoras. Ay veces que te partes, y se nota que en el equipo hay cierta obsesión con Stephen King.

Así que Two Point Hospital llegó siendo un juego brillante y sale de esta prueba con las mismas. Una propuesta con la que te puedes pasar horas pegado a la tele sin darte cuenta, pues te bombardea de aspectos positivos por todos lados. Está fino en todo (humor, presentación, mecánicas) y hasta en lo que más podría fallar, como es la interfaz y el control. Así de satisfechos hemos quedado en PS4, aunque también está disponible en Nintendo Switch y Xbox One.