Análisis de Valkyria Chronicles 4

Han sido 10 largos años de espera por una auténtica secuela de la fantástica serie de RPG táctico de Sega Valkyria Chronicles, pero por fin está aquí Valkyria Chronicles 4. Fuera del círculo de fans de la serie no ha tenido una acogida especialmente buena, causada también por una primera toma de contacto mala, todo un tiro en el pie por parte de sus creadores. Pero por fin ha llegado la versión final y nos ha dejado más que impresiones con esta interpretación de autor de los hechos de la Segunda Guerra Mundial en una Europa ficticia.

VC4 supone varios cambios. Revierte la tendencia de asociar la serie principal a portátiles, como ocurrió con las entregas numéricas anteriores. Además, la trama que cuenta es contemporánea a los juegos uno y tres, pero no se ambienta en Gallia. Por eso mismo no hay que preocuparse en caso de no tener ni idea de qué es lo que ha ocurrido antes, ya que este cuarto capítulo está bastante desconectado del resto. Y, como extra, es la primera vez que llega en español.

En los años 30, una gran guerra recorre el continente Europa. Los países se han dividido en dos bloques, la Federación Atlántica en el oeste y la Alianza Imperial del Este de Europa. Todo por culpa de un codiciado mineral, el Ragnite, el petróleo de este mundo y causa también del resto de guerras. En medio de todo ha quedado Gallia, la tierra más rica, y por eso fue invadida por el Imperio en el primer Valkyria Chronicles. Aunque también descubrimos que ni uno era tan bueno ni el otro tan malo.

El vínculo que enlaza la cuarta entrega al resto son los protagonistas, pues provienen de Gallia. Ahora están de parte de la Federación, y quizá eso es lo que más chirría considerando su neutralidad y el poco afecto que les tenían. A partir de aquí arranca un RPG que otorga mucho peso a la trama durante las aproximadamente 40 horas que dura. Sobre todo a los personajes, que van haciendo avanzar el argumento a partir de sus pequeñas historias personales emotivas, algunas de amor y otras de pérdidas. Sus papeles están bien presentados y consiguen transmitir. Lo cuentan mediante vídeos que pasan como un manga, recuperando el estilo de la primera entrega, cuyos dibujos de gran calidad parecen realmente hechos a mano. Aunque a veces la duración se ha ido larga.

Valkyria Chronicles 4 es uno de esos títulos que ejemplifican a la perfección la combinación de géneros. Por momentos te sientes dentro de un JRPG bello y puro y después tienes que combatir a base de enfrentamientos tácticos por turnos que al final se rematan con una sección de jugabilidad a tiempo real. Suena raro, pero funciona, siempre le ha funcionado bien.

Las batallas de este título son duraderas, de 20 minutos hasta una hora. Las primeras son muy simples y contienen fragmentos de tutorial con los que ir aprendiendo, así que de nuevo es una puerta abierta a nuevos jugadores, pero después son duras y cualquier error se puede pagar muy caro. Antes de hacer ningún movimiento hay que pensar en la respuesta del enemigo y en posibles contraataques, como en una partida de ajedrez. Poco a poco aprendes a flanquear, a arrastrar tropas y a ser letal.

A la presentación inicial en forma de tablero con falsas cuadrículas le sigue la toma de control de las unidades en perspectiva en tercera persona. Cada uno tiene un número limitado de puntos de acción y de disparos, que suelen acabar en un cambio de posición. Accede a la línea de visión de algunas ropas y abre fuego. Uno de los rasgos peculiares es que se pueden usar algunas unidades más de una vez por turno, pero con menos munición y puntos de acción.

Como era de esperar, los personajes se dividen en clases, cada una con sus diferencias. En este caso son seis gracias a la inclusión de una nueva, el granadero. Esta especie de francotirador de explosivos, por describirlo de alguna forma, nos ha gustado mucho por su alcance a zonas que parecen cubiertas y su letalidad, aunque es bastante lento y no es fácil de manejar con precisión. Lo malo es que se ha comido un poco al lancero.

Otro problema, y es uno de los peores fallos que le hemos encontrado al título, es que tus tropas dan pie a hacer un poco de "trampas" a la máquina. Hay veces en las que nos hemos podido limitar a asentarnos en una posición y bombardear al enemigo a costa de infrautulizar el resto de unidades. También hay evoluciones, muy útiles, pero no son de personajes sino de clase completa. Lo bueno es que así puedes llevarte a unos y a otros sin preocuparte de cuál se va quedan atrás o adelantando, solo por gusto.

Sega ha metido un segmento de desarrollo más profundo de lo habitual que se encuentra en la sección I+D del cuartel general. Además de los personajes, hay que trabajar en los vehículos y en las armas, e incluso en las órdenes de batalla, que sirven para potenciar elementos del combate, por puede ser la precisión.

Y una última variante táctica más, para que os hagáis una idea de su profundidad: las relaciones personales. Cada personaje tiene sus propios amigos dentro del ejército y prefiere luchar a su lado, lo que se traduce en un combo si se consigue que disparen cuando estén colocados en ciertas posiciones. Suena demasiado bonito, y dado el carácter emocional del que os hablábamos antes, seguro que hay una pregunta que os ronda la cabeza desde hace tiempo y por fin vamos a responderla. Sí, en Valkyria Chronicles 4 hay muerte permanente, algo que os obligará a tomar decisiones difíciles en casos extremos. Además, esos personajes incluso son borrados de las escenas de vídeo.

Los primeros vídeos y las demos que presentó Sega levantaron dudas sobre la calidad técnica del título, pero como gran apuesta de la compañía para finales de año, los valores de producción son bastante elevados. Nos ha convencido cómo se ve durante la partida y nos han encantados sus vídeos narrativos. Pues casi tan impresionante es el apartado sonoro. Hay una gran parte de temas del original arreglados para la ocasión que tratan de conducir esos sentimientos, unas veces para infundir valentía, otras para acompañar la tristeza.

A lo que no ha renunciado el equipo de desarrollo es a un estilo de contar las cosas muy propio que puede no ser del gusto de cualquiera. Una batalla de media hora o de una hora no acaba ahí, después llegan escenas de vídeo animado que pueden durar otros 20 minutos. Son un arma de doble filo, porque al fan le encantan y le enganchan, pero quienes solo están por el gameplay se pueden aburrir. Os decimos que quienes completan las 40 horas de juego al final caen. Ayuda más a llevarlo que esta vez esté todo en castellano, y además el audio es dual, en inglés y japonés.

Por tanto, estamos ante un juego con dos vertientes muy marcadas que podríamos resumir así: Valkyria Chronicles es como jugar a un anime japonés muy profundo, pero desde un punto de visto de combate táctico en el que cada personaje puede morir para siempre si tomas decisiones temerarias o equivocadas. Hay momentos pastelosos y otros raritos en el guión para mantener esa tensión emocional constante, que también se refleja bien con sus animaciones de alta calidad. Sega ha logrado sacar adelante el juego que hace justicia al regreso de la serie, suficientemente parecido al primero pero repleto de novedades. Valkyria Chronicles por fin ha vuelto.