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Warhammer 40,000: Eternal Crusade

Warhammer 40,000: Eternal Crusade - impresiones

Tiros en tercera persona, y acción cuerpo a cuerpo, y estrategia sobre tablero, y sistema de facciones y clanes.

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Games Workshop no se casa con nadie. Quien tenga una buena idea podrá acceder a sus franquicias para hacer un buen videojuego. Behaviour Interactive puso sobre la mesa una propuesta para recrear el enorme universo de Warhammer 40.000 en un título de acción multijugador en tercera persona que se coordina a través de un planeta, Arkhona, como si fuera un MMO, Eternal Crusade.

Aunque su plataforma fuerte es el PC, Xbox One y PS4 también van a tener una versión propia que no va a cambiar en nada respecto a la otra. Incluso prometen que su apartado gráfico será muy parejo, aunque la demostración a la que nosotros tuvimos acceso estaba aun muy cruda frente a una beta para PC que se mueve a la perfección.

Pero lo que nos interesaba poner a prueba era su estructura y sus partidas. Porque Warhammer 40,000: Eternal Crusade te hace una demostración de esa profunda base sobre la que se alza antes de meterte en la partida. Cinco facciones deben luchar por el control del planeta Arkhona: marines, marines espaciales del caos, orkos, eldar y tiránidos. Cualquier jugador debe crearse un perfil a partir de una de ellas y después escoger una clase. Es el primer paso para saber en qué bando de esta multitudinaria batalla vas a estar.

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Porque hay un único mundo de juego para todos. Un gran mapa del planeta señaliza las zonas en las que hay una batalla abierta y cuáles son las facciones que entran en conflicto. La victoria o la derrota implica ganar o perder territorio, pero no solo, también es poder. Habrá un Señor de la guerra que dará mejores habilidades a sus siervos en función de sus conquistas. El estudio cuenta que están trabajando junto a Games Workshop en una serie de más de 15 cortos que van a narrar la trama de esta 'Cruzada Eterna'.

Aunque las zonas del mapa sean fijas, los escenarios que hay detrás de cada punto de combate no lo son. Para evitar enquistamientos en un mismo punto, Behaviour Interactive ha decidido rotar los mapas de combate real incluso en las mismas posiciones generales. También hay mecanismos que deben permitir que un jugador se cree perfiles en dos facciones distintas pero que, al mismo tiempo, previene de cualquier tentación de boicotear a uno grupo desde dentro.

Warhammer 40,000: Eternal Crusade
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Aunque todo apunta a un único modo de juego, la desarrolladora ha logrado integrar varios modos de juego bajo esta supraestructura única. El enfrentamiento con otras personas se da en las batallas por la fortaleza, en el que vamos a ver batallas de hasta 30 contra 30. Consiste en la captura o defensa de una serie de objetivos, pero en un orden que garantice que los jugadores se concentran en un punto del mapa. Y, por lo que pudimos comprobar, lo han conseguido; en Eternal Crusade los mapas son amplios y los objetivos están dispersos, pero nunca tienes sensación de estar dando vueltas en busca de rivales.

Tras elegir facción hay que escoger una clase y un set de armas. Nuestra prueba se centró en los marines espaciales, en los buenos y en los malos. Todos tienen arma fuego y arma blanca, además de alguna habilidad especial, pero sus valores son tan dispares que hay que elegir por su principal para hacer equipos compensados. Con un grupo o con el otro, lo primero fue probar los marines de asalto más comunes, con un arma automática y un cuchillo, más la habilidad de correr. El sistema de control se hace un tanto raro porque no está pensado para un shooter, especialmente por la forma de correr y esquivar con los botones básicos.

Te das cuenta rápido de que eso se debe a que, efectivamente, no es un shooter. Unas cuantas partidas más adelante empezamos a encontrar el atractivo al cuerpo a cuerpo. Al menos una de las unidades de cada facción está especializada en este tipo de ataque, combinado con un jetpack que permite hacer pequeños vuelos o con un escudo casi impenetrable. De repente se convirtieron en los reyes del escenario, mortales para tu escasa barra de vida y robustos para defender los puntos de control. Pero no hay que perder de vista que solo algunos tienen la capacidad de tomar los puntos.

La otra razón para entender que Warhammer 40,000: Eternal Crusade no es un shooter es el ritmo de juego. Las partidas son batallas con puntos de respawn muy predefinidos y objetivos claros que atacar, pero el ritmo es más lento, más tosco, más torpe, justo lo que esperan de un soldado con una armadura metálica tan enorme. Por si fuera poco hay tanques y otros vehículos que se pueden invocar y ocupar por hasta cinco personas. Solo competimos en dos mapas, ambos con zonas muy abiertas y construcciones internas a las que penetrar para conquistar. Su aspecto y su diseño es igual de tosco y de crudo.

Warhammer 40,000: Eternal Crusade
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Entre las opciones de personalización y las skins prometen más de 1.000 combinaciones posibles con las que esperan que se formen equipos tan variables que cada partida debería ser distinta y las estrategias repensadas. Además, garantizan que van a lanzar actualizaciones mensuales pequeñas y otras más grandes trimestrales. Son distintos a los DLC de la tienda, que aseguran que serán meramente cosméticos y que no van a convertirlo en una experiencia pay-2-win. Incluso la mayoría estarán disponibles con monedas de juego, aunque sea a cambio de muchísimas.

Cuando la partida contra otros jugadores termina hay que poner orden en casa porque en las zonas controladas van a surgir invasiones de tiránidos que hay que atender o convertirán ese territorio en neutral. El modo PVE de Eternal Crusade solo lo vimos en vídeo, pero es una buena idea para obligar a los equipos a estar en comunicación constante y para entrenar sin demasiado compromiso.

No se puede decir demasiado del aspecto visual del juego porque la demostración en PS4 que probamos estaba en unas condiciones mínimas. De hecho, nos dio la pista para predecir que el título no va a estar disponible este verano como se esperaba sino que se va a marchar unos meses más adelante por culpa de las versiones para consola.

Warhammer 40,000: Eternal Crusade es un juego de acción multijugador con muchas cosas únicas, con un universo muy fuerte y rico y con mucha necesidad de mejorar para estar afinado, equilibrado y bonito.

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